El maestro Coen fue invitado para presentar la exposición inaugural del Centro Cultural México Plaza. Aquí un recuento de sus inicios e inspiraciones.


Por: Ivana Sánchez (IG: @ivanasanchezp)
Fotografía: José Emmanuelle Elías (IG: @emmanuelle_elias).

Artista, escultor, ilustrador y pintor, el artista plástico Arnaldo Coen nació en la Ciudad de México en 1940. Es reconocido por su obra e impacto durante la generación de la Ruptura; logró deslumbrarnos al permitirnos conocer una de sus múltiples exposiciones para la inauguración del Centro Cultural México Plaza (en Puerta Bajío). La serie de obras fueron montadas para la apertura al público de este espacio creativo, donde tuvimos el gusto de estar acompañados por el maestro Coen.

Arnaldo creció rodeado de arte ya que su padre, un reconocido musicólogo; y su madre, una destacada cantante de ópera, lo arroparon desde muy chico en el mundo de esta industria. Siendo Coen un apasionado, comenzó a dibujar desde niño y conforme pasaron los años se percató de lo feliz que era al momento de plasmar aquello que habitaba en su mente.

“Todos somos capaces de ser artistas, basta con saber reconocerlo (…)”.

Diego Rivera –de quien es su fiel admirador– supo apreciar sus primeros bocetos, momento en el que le aconsejó permanecer pintando y preparándose por su cuenta, pues no deseaba que el talento que vio en él fuera modificado o amaestrado por las tendencias de aquella época.

De primera, Coen se sumergió en el mundo del expresionismo, comenzando con el abstracto; posteriormente, el figurativo y el fantástico. Durante su desarrollo artístico experimentó la rama de la escultura y, al notar su afición por ésta, decidió focalizarse en el torso femenino, creando múltiples piezas a base de diversas técnicas y tratamientos. Al día de hoy, son composiciones destacadas y reconocidas como íconos de su estilo.

El maestro Coen optó perpetuamente por trabajar de la mano de amigos artistas, creyendo en la posibilidad de potencializar el arte unos con otros. “Todos los artes se tocan, al final tienen en común transmitir algo al que lo aprecia (…)”. Coen formó parte del equipo creativo de diversas obras de teatro y danzas, pintando escenografías, diseñando ambientes y vestuarios.

Su talento no ha sido únicamente admirado en México, infinidad de personas han tenido la oportunidad de presenciar las creaciones de Coen, visitando sus exposiciones en Estados Unidos, Canadá, Venezuela, África, España, Francia, entre otros. Siendo fiel creyente de hacer lo que más ama, dedicó parte de su vida a la experimentación e investigación geométrica, temporal, espacial e interdisciplinaria, creando un estilo definido por los temas constantes como las formas, el dinamismo de la repetición, el cuerpo femenino y la relación entre la memoria visual y el tiempo.

Experto ejemplar en su campo, nos comparte lo afortunado que ha sido por vivir dentro del ámbito más bello que la raza humana ha conquistado: “Aquellos que consideran que el arte no es digno de nuestra atención, no han conseguido sentirlo, mucho menos vivirlo. El que lo vive deja de existir en lo común y mundano, creándose un universo de riqueza y plenitud (…)”.