La boda y el compromiso deben estar a la altura de la relación. Existe una tendencia a entregar el anillo de forma creativa y espectacular, que la boda sea temática, memorable y con total originalidad, que los invitados se vayan totalmente satisfechos y, una semana después, continúen hablando de lo romántica que fue. 

Texto: Esther Crisóstomo
Fotografía: Cortesía

La boda y el compromiso deben estar a la altura de la relación. Existe una tendencia a entregar el anillo de forma creativa y espectacular, que la boda sea temática, memorable y con total originalidad. Que los invitados se vayan totalmente satisfechos y una semana después continuemos hablando de lo romántica que fue. 

La boda dura cinco horas, el matrimonio puede durar toda la vida; por lo tanto, el objetivo primordial no es la boda, ¡es la relación! Y cuando la relación es saludable, afectiva, recíproca, constructiva y buena, la boda va a estar a la altura de la relación. Pensar que una vez casados todo cambiará, que la relación se va a componer y que lo importante es estar casados y que lo demás vendrá, es prepararnos para el fracaso. “Ser amado profundamente por alguien te da fuerza, mientras que amar profundamente a alguien le da sentido a tu vida”, Lao-Tolsè.


¿Cómo tener una relación a la altura de la boda?

1. Construye una relación recíproca en donde el interés, la atención, la comunicación, el amor y la superación sea mutua. 

2. Conecta tiempo exclusivo en pareja, agradece los detalles, motiva a la superación, aplaude y celebra los logros.

3. Resuelve los conflictos. Evita la ley del hielo, no ignores el conflicto y dialoga. No dejes pasar el problema porque el enojo pasó. Expresa lo que sientes, necesitas y esperas.

4. Comunicación afectiva. Besar no es suficiente. Cuando beses a tu pareja, sujeta su cara y dile: “Me besas delicioso”. Cuando te tomes de su mano dile: “Tus manos me dan seguridad y calidez”. Cuando estén conversando dile: “Me gusta la confianza con la que me compartes tu día”.

5. Contacto físico. El contacto genera apego bioquímico. Cada abrazo, beso e intimidad son un cóctel de neurotransmisores que nos dan felicidad, quietud, plenitud y amor hacia el otro. La oxitocina, sustancia del amor, nos consolida.

6. Respeta su integridad física, sus gustos, aficiones, familia, amigos, espacio, proyectos, su esencia. El objetivo no es hacer al otro a nuestro modo, es compartir la vida que cada uno tiene para enriquecer la relación.

Toma en cuenta estos puntos y ten una relación a la altura de la boda que mereces.