Nunca ha habido un mejor momento para vivir que éste.

Texto: Hugo Jaramillo | Fotografía:Especial

Nunca el ser humano había tenido acceso a tantas cosas buenas como ahora; información, educación, salud, alimentación, etcétera. Sin embargo, hay algo que percibo y me preocupa, sobre todo en gente joven: están desperdiciando el activo más valioso: su tiempo. Y lo están desperdiciando de la peor manera: estando enojados, frustrados, amargados y buscando excusas. De alguna manera se ha estado generalizando esta idea de que las personas tienen derecho a exigir esto y aquello. Sin embargo, me pregunto: “¿Y qué hay de las responsabilidades? ¿Porque no se habla también de los deberes?”.

Esto lleva a muchos a ser malagradecidos, a buscar excusas y a ignorar lo que sí se tiene. Si hubiera nacido allá… Si tuviera más dinero… Si no tuviera que encargarme de esto… Si los demás me vieran de esta manera. La dura verdad: ¡Ya supéralo! ¿Por qué no te preguntas si estás haciendo lo suficiente, si estás trabajando en ti y si eres paciente? La necesidad de tener muchas cosas en este momento y la necesidad de probar algo a los demás de manera rápida está matando a muchos lentamente.

En este momento, mientras algunos se quejan porque no tienen el último iPhone, hay gente que la está pasando de verdad muy mal. Y no te lo digo para que te deprimas, te lo digo para que calibres mejor tu realidad, para que te des cuenta de que eres alguien muy afortunado. 

¿Aún recibes mensajes de tu mamá o de tu papá para preguntarte si ya llegaste a tu casa? Eres muy afortunado. ¿Tienes trabajo? Eres muy afortunado. ¿Tienes un techo y comida en el refrigerador? Eres muy afortunado. 

Date cuenta del lugar en el que realmente estás. No podemos aspirar a una vida mejor estando amargados y quejándonos de todo. Las claves para un mejor futuro son gratitud, deseo, responsabilidad y paciencia. Pon mucha atención a esto que te voy a decir: “Lo bueno lleva su tiempo”. Así que, recuerda: disfruta lo que tienes, mientras vas por lo que quieres.