La capital de Irlanda es una de las ciudades europeas más alegres y amigables, su población disfruta todos los días un ambiente muy festivo, es una ciudad próspera y con un nivel de vida confortable.

Por: Gerardo Fabre “El Biut” (IG: @lebiutiful)
Fotografía: Gerardo Fabre / Andrea Leopardi, Dimitry Anikin, Luke Tanis (vía Unsplash).

Irlanda es sin duda uno de los principales atractivos turísticos de Gran Bretaña; aunque realmente muchos la reconocemos como una nación independiente. Al ser una isla, casi todos los turistas arriban a Dublín vía aérea, aunque hay ferris que todos los días cruzan desde Inglaterra o cruceros que en su itinerario incluyen esta ciudad.

Se trata de una localidad antigua que fue fundada por los vikingos alrededor del año 841, por ello podrás ver edificios que fueron construidos hace varios siglos, principalmente en el casco antiguo de la ciudad.

Dos días son suficientes para conocer los principales atractivos de Dublín, pero si tu visita es con motivo de los festejos del Día de San Patricio (el 17 de marzo), haz tu reservación de hotel con anticipación ya que es uno de los días más concurridos por turistas de todo el mundo.

Todo Irlanda es famoso por sus pubs, los hay literalmente en cada esquina, por eso es que los irlandeses tienen la fama de pasarla muy bien todos los días. En el Centro de Dublín hallarás algunos con fachadas e interiores pintorescos; además de tomarte una foto, son el lugar ideal para beber la famosa cerveza Guinness. Eso sí, solo para quien les guste la cerveza pesada y fuerte. De hecho, también en el Centro se encuentra un museo de dicha marca con degustaciones y suvenires exclusivos.

Dublín es también un destino musical, miles de artistas urbanos de todos los niveles viven y trabajan a lo largo de la ciudad. En las calles podrás escucharlos y su talento te dejará boquiabierto. Además, si eres fanático de la banda U2, éste es el lugar al que debes ir para conocer a profundidad a la agrupación, ya que al ser ésta la ciudad donde se originó, encontrarás toda la memorabilia que un fanático debe tener.

A Dublín la divide el Río Liffey y hay varios puentes que lo cruzan, como Samuel Beckett y O’Connell. Por otro lado, es imperdible el Castillo de Dublín, con más de 800 años de antigüedad; asimismo, la estatua de Molly Malone; la antigua librería del Colegio Trinity; la Catedral de San Patricio; y una de las edificaciones más altas de la ciudad: el Spire of Dublin (o Monumento de luz), con una estructura de acero de 119 metros de altura.

Ya sea que visites alguno de estos sitios o simplemente deambules por las calles para apreciar sus edificaciones con puertas coloridas, te la pasarás muy bien. En el Centro y alrededores tendrás a la mano variedad de parques, tiendas de recuerdos, restaurantes, cafés y bares. Esperamos que durante tu viaje goces de buen clima, en Reino Unido suele predominar un clima incómodo a lo largo del año, pero no te preocupes ya que mientras estés disfrutando el destino, un paraguas o un impermeable te podrá quitar la angustia.