Por: Liliana Núñez 
Fotografía: Emmanuelle Elías López

Los obstáculos que se encontró en su camino le sirvieron como fuente de inspiración para crear figuras extraordinarias.

Francisco Alejandro Aguilar ha dedicado gran parte de su vida a la escultura en plastilina. Su amor por este material se remite a su infancia: su padre le mostró cómo hacer a Godzilla y, gracias a un cerillo, la figura simulaba lanzar llamas. Esa época que lo llenó de ilusión y fantasía, fue un pequeño paso –casi accidental− en la búsqueda de su proyecto de vida.

Existen innumerables caminos para alcanzar nuestros objetivos, podemos llegar a ellos de forma inesperada o seguir una serie de retos cuidadosamente planeados; Francisco se identifica con la primera categoría. “No sabía que podía comercializar mi talento, me di cuenta por casualidad en una Feria del Libro. Sólo quería preguntar por un nuevo material en Colorantes Importados y, al mostrarles mi trabajo, recibí la invitación de colaborar con ellos en algunos talleres. De un día para otro prácticamente empecé a dar clases. Y fue en Lalos’n Charlie’s donde nació formalmente el nombre de ‘El Profesor Plastilina’; han pasado unos 15 años de eso”, afirma.

Cuando Lalos’n Charlie’s necesitó a una persona que realizara actividades recreativas con niños, Francisco se encontró presente. Su dinamismo y creatividad cautivó a las familias que deseaban un pasatiempo ameno. “Fue Lalo Castillo quien me invitó a buscar un nombre para que la gente me identificara, de hecho, él me propuso ‘Profesor Plastilina’, yo lo veo como una marca. Es bastante curioso porque los adultos me llaman ‘Señor Plastilina’, ‘Doctor Plastilina’, ‘Don Plastilina’ y los niños me conocen como ‘Pancho’”.

El siguiente movimiento fue promover su trabajo en diferentes instituciones, uno de los procesos más arduos en su vida profesional. “Fue una etapa pesada, yo quería presentar mi trabajo y muchas escuelas me cerraron las puertas. Pero cuando sigues una línea y no te mueves de allí, eso te da más valor, la gente se da cuenta de ello”.

Óleo, plastilina, puntillismo y modelado en volumen, son algunas técnicas que perfeccionó gracias a Édgar Humberto Álvarez, maestro en Artes Plásticas, autor y coautor de libros sobre técnicas de modelado en plastilina. Actualmente, Francisco aprende de forma casi autodidacta, le gusta experimentar con diversos materiales y disfruta de la espontaneidad. “Recuerdo que en cierta ocasión sólo tenía plastilina café, necesitaba cortar cartones, pero no contaba con ellos, en el camino a Lalos’n Charlie’s agarré piedras y al llegar le dije a mis alumnos: Vamos a hacer un alacrán. La actividad fue un éxito. Ser espontáneo te permite salir más rápido de los problemas”, relata.

La marca Profesor Plastilina le ha permitido conocer a personas extraordinarias de diferentes nacionalidades. “Me ha tocado dar clase a japoneses, italianos, chinos. Nos entendemos a base de puras señas, porque yo no hablo esos idiomas. Es increíble cómo trabajar un material tan noble como la plastilina te une a las personas”.

La personalidad extrovertida de Francisco lo ayudó a obtener los contactos adecuados para entregar caricaturizaciones a Natalia Lafourcade, Vicente Fox, Jis y Trino. “Hacer figuras tipo 3D es absorbente, exige mucha concentración. Puedo estar medio día en un rincón de mi casa, escuchando música y olvidarme de todo mientras acabo mi tarea”. El nuevo proyecto de ‘El Profesor Plastilina’ es la Creatósfera, un espacio donde podrá impartir clases de forma independiente, ya lo ha hecho en instituciones públicas y privadas, pero considera que es tiempo de dar el siguiente paso.

“Es increíble cómo trabajar un material tan noble como la plastilina te une a las personas”.