Orador, maestro y ahora emprendedor; siente que su mayor aportación es ayudar a otros a educarse y a que impulsen a más personas.

Por: Fabio Mendoza
Fotografía: Andrea Núñez
Locación: Hotel Baruk Guadalajara

Humberto Romano es una persona que se levantó de la adversidad y ha obtenido múltiples logros académicos y empresariales; uno de ellos, su reciente doctorado en Educación. Él nos comentó en entrevista exclusiva que seguirá preparándose y que desea transmitir lo que ha aprendido a los demás.

“Siempre soñé con ser ejecutivo de primer nivel, reconocido a nivel estatal y a nivel nacional, en espacios de capacitación o formación de talento humano. En la parte académica, soy licenciado en Ciencias de la Comunicación, con Maestría en Desarrollo Organizacional y Humano por la UNIVA. Tengo un Doctorado en Administración con Orientación en Políticas Públicas y, recientemente, un Doctorado en Educación. Desde hace más de 17 años me dedico a la docencia”, comentó.

Para Romano es importantísimo el sentido de trascendencia. Lo que ha compartido como coach, conferenciante, capacitado y formador, lo ha llevado a otros espacios de desarrollo. En 2005 comenzó con una de las unidades de negocio que ahora tiene: Contacto, capacitación y asesoría empresarial. Posteriormente, eso llevó a que su nombre se convirtiera en HR Corporativo. Y, actualmente, tiene cinco unidades de negocio: HR Abogados, HR Capacitación, HR Consultoría de Imagen, HR Comercializadora y HR Editorial; próximamente, por medio de esta última, dará a conocer su primer libro.

Al preguntarle ¿por qué seguir estudiando y aprendiendo?, respondió: “Yo siento que la única forma en la que el ser humano se puede mantener joven, en espíritu, cuerpo y alma, es a través del constante aprendizaje. Para mí no termina con un grado académico, ni con la experiencia; hay que tener el hambre de aprender (…) El hecho tener conocimientos te lleva a un sentido de responsabilidad; eso me permite que comparta lo que sé con las demás personas”.

El empresario considera que fue el número once quien lo marcó de una forma especial. En 2011, en el mes once, a las once de la mañana en el Centro Cultural Cabañas, protocolizó su fundación; en la que a once niños huérfanos (como lo fue el propio Humberto) se les brindaron todos los apoyos materiales para que estudiaran y terminaran la escuela hasta nivel superior.

Hasta ahora, van dos generaciones de graduados que ayudan a los que van llegando a la fundación. Siendo niño, Humberto Romano consiguió que el príncipe Carlos de Inglaterra en persona le concediera una beca para aprender inglés. 

“Me siento bendecido por la vida; no olvido de dónde vengo, pero tengo presente en qué me he convertido”.