Persona comprometida con su trabajo, familia y alumnos; así es el rector de la Universidad Anáhuac Querétaro.

Texto y fotografía: Andrea Ponce de Leon

Originario de Guaymas (Sonora) y radicado en Santiago de Querétaro, Luis Eduardo Alverde Montemayor estudió Ingeniería Industrial y de Sistemas con Maestría en Alta Dirección por la Universidad Anáhuac de la ciudad de México; allí comenzó a trabajar en 1998 y, desde entonces, no ha dejado su alma mater.

En 2006 aceptó el reto de fundar la Universidad Anáhuac Querétaro, lo que implicó la búsqueda del terreno, recabar fondos para la creación de los edificios y la ubicación; toda una aventura para crear los cimientos de esta gran universidad. La primera generación fue de 152 estudiantes y en agosto de 2019 contaron con más de 5 mil alumnos de licenciatura.

“Un porcentaje muy alto de nuestros alumnos cuentan con una beca; esto lo hacemos porque así permitimos que mucha gente sueñe, se ilusione, se prepare bien y tenga la oportunidad de estudiar en una de las mejores universidades del país. De esta forma podrán enfrentar los nuevos retos que se presenten en la realidad actual”, declara Luis Alverde.

Trabajar por la educación es enriquecedor, llena el corazón de alegría.

Desde el 2006 es el rector de la Universidad Anáhuac Querétaro y hace poco fue ratificado por un periodo de tres años más; lo que habla de su gran compromiso que desempeña día a día. El mismo Luis Eduardo considera que no podrá encontrar un trabajo que lo llene más. Está contento con su equipo, con la labor que hace por los jóvenes y con su misión por la educación. Le agradece a Dios por permitirle hacer lo que más disfruta.

Luis Alverde busca mejorar continuamente la situación de sus estudiantes, observa a la comunidad y actúa acorde a la situación para resolver los problemas; los retos son muchos y no todo se resuelve al momento, pero si algo los caracteriza es la lucha constante para que sus alumnos alcancen sus metas y cumplan con sus objetivos. “Nos gustaría tener un cajón con fondos ilimitados para otorgar más becas, cuando un alumno la necesita procuramos conseguírsela”, afirma.

Otro de los retos de la Universidad Anáhuac es el crecimiento en infraestructura. “Estamos invirtiendo 80 millones de pesos al año y me encantaría que fueran 120 o 140 millones. Este año vamos a terminar un edificio de liderazgo, donde se encontrarán los grupos estudiantiles, la sociedad de alumnos y todo aquello que le da vida al campus. Va a ser un centro de convivencia y de liderazgo, allí no habrá ni un salón de clases. Será un edificio de servicio”.

De igual forma, el rector nos dijo que entre los proyectos que tiene la escuela es crear un auditorio y una capilla. “Nuestros sacerdotes legionarios −tan queridos−, celebran las misas de Zibatá, comunidad que no tiene una parroquia o capilla. Creemos que una universidad católica busca dar servicio a su comunidad”, finaliza.