Organización registrada sin fines de lucro que brinda un entorno familiar y enriquecedor para niñas y niños en riesgo.

Texto: Sabrina Peña | Fotografía: Cortesía

“Cambiando el curso de la historia; un niño a la vez”.

Melissa llegó a México hace ocho años, incluso estudió en la Ciudad de México cuando era niña, y allí aprendió a hablar español. Luego de iniciar un proyecto de bienes raíces, Melissa tuvo mucho éxito y, después de ver una situación de violencia intrafamiliar, se quedó sorprendida por qué nadie podía ayudar a la familia. “Una vecina de la colonia me dijo que había un albergue donde podrían darnos informes. Cuando entré al lugar y abrí la puerta, me impactó ver los rostros de las niñas. Fue por ello que me uní como voluntaria dando clases de Inglés”.

Melissa Canez y su esposo Juan Meza iniciaron la Fundación Corazón de Niña hace siete años. La mamá de Melissa la ayudó con la casa y, poco a poco, han ido creciendo para hacer de este hogar, que es el mismo donde ella vive, el mejor para poder brindar ayuda a los niños que lo necesitan. Actualmente, cuentan con dos casas: una al lado de la otra, para las niñas y niños.

El objetivo de Melissa, su esposo y, por supuesto, todo el equipo que trabaja en conjunto es salvar vidas, unir familias, crear niños exitosos y fuertes. Lo han logrado gracias al apoyo extraordinario de empresas, personas, instituciones, grupos comunitarios, organizaciones que ofrecen su mano de obra, entre otros.

“Cuando las personas se dan cuenta que hacemos bien nuestro trabajo y que el dinero lo utilizamos correctamente, muchos deciden ayudar. También, tenemos un bazar y una tortillería, esto nos ha servido mucho para recaudar fondos”.

Melissa es una mujer de gran corazón y se ve reflejado en su trabajo. Lo que más le apasiona es ver los resultados, las sonrisas, la cara de un niño que se gradúa de la preparatoria.  “Dentro de la casa se encuentran la primaria y secundaria, en la preparatoria y universidad tienen que salir. Nuestro sistema es Montessori, para que ayude a los niños que vienen con diferentes niveles. Es un desafío, tratamos de integrarlos siempre y dar el apoyo necesario para que se recuperen rápidamente emocional y académicamente. Tenemos maestros comprometidos y dinámicos”, finaliza.