Ovation by Seabourn, es la experiencia que tienes que vivir si te gustan los cruceros y la idea de viajar por el Caribe con todas las comodidades.

Texto y fotografía: Gerardo Fabre “El Biut” (IG: @elbiut).

Después de dos años de pandemia decidí hacer mi primer viaje al extranjero, y qué mejor que a un crucero, donde no tuviera que tomar muchos aviones o trenes y, así, pudiera evitar el contacto con mucha gente diferente cada día. Viajé con la que considero la mejor naviera, y más en este momento de pandemia; ya que, además de tener protocolos estrictos, son barcos de pocos pasajeros.

Tomé el barco Ovation de Seabourn, muy nuevo –por cierto– ya que su primera navegación fue en mayo de 2018. Todas las suites del Ovation (300 en total) son espaciosas y tienen terraza. Cada una tiene un concierge, el cual se encarga de tener tu camarote igual que el primer día; asimismo, siempre te será fácil encontrar una mesa en los restaurantes o un camastro en las albercas.

Lo más importante en un viaje en crucero, además del itinerario y del camarote, es la comida; Seabourn se ha enfocado a que esa parte esté bien cubierta, hay tanta variedad de alimentos que difícilmente repetirás un platillo, y si lo llegas a hacer será por lo delicioso que está todo.

Los restaurantes del crucero tienen su propio estilo. The Patio es el lugar perfecto para desayunar al exterior. The Colonade es un bufet para los más insaciables. The Restaurant es un lugar formal en donde podrás sentarte a cenar con alguien de la tripulación o algún entertainer del crucero. Earth & Ocean fue mi favorito, está en el exterior y sirven pastas deliciosas. Sushi es de los más nuevos del Ovation, con una decoración superchic y comida que no le pide nada a ningún prestigioso restaurante japonés. The Grill by Thomas Keller, el único restaurant donde se hace reservación, es muy elegante y las cenas constan de varios tiempos.

Uno de los principales atractivos del Ovation es el Spa & Wellness; además, si eres amante del mundo fitness, el crucero tiene su propio gym con vistas espectaculares. The Retreat es el único lugar del barco en el que tendrás que pagar acceso, se trata de un lugar estilo beach club.

Por otro lado, los bares son buenísimos, prepárate a probar los cócteles tradicionales o las bebidas especiales de Seabourn. El Observation Bar es el lugar perfecto para hacer la precopa antes de ver algún espectáculo o de ir al club del barco.

Todos los días hay actividades, por lo que no hay espacio para el aburrimiento. Pero, definitivamente, lo que diferencia al Ovation y a Seabourn es el trato que tiene la tripulación con los pasajeros, no te sorprenda si muchos te llaman por tu nombre o apellido. Estoy seguro de que es la mejor atención que he tenido a lo largo de todos mis viajes por el mundo.

Mi travesía comenzó en Miami, durante dos días viajamos en altamar hasta llegar al primer destino: San Juan (Puerto Rico). Después, visitamos St. Barths, Dominica, Antigua y Barbuda, St. Kitts and Nevis y Jost Van Dyke, ésta última la más pequeña de las Islas Vírgenes Británicas. Once días después, regresamos a Miami, el destino final de la travesía. Próximamente, te platicaré de cada una de las islas paradisíacas del Caribe que conocí.

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seabourn.com