Dos grandes profesionistas unieron sus talentos para hacer magia en los espacios por los que pasan.

Texto: Matty Guzmán
Fotografía: David Mendoza

Sofía Padilla Macouzet y Samira Castillo Aviles, ambas con 32 años de edad son egresadas de la licenciatura en Diseño de Interiores por la Universidad Vasco de Quiroga en Morelia, Michoacán.

A su corta edad ya son unas jóvenes promesas del diseño, ya que cada vez son más proyectos en los que están participando activamente con resultados de ensueño; y definen su día a día como una labor hecha con el corazón para llenar el alma de cada rincón. 

Luego de encontrarse, decidieron unir sus talentos y pasión por el diseño para seguir creando y poner su toque en diferentes espacios, desde escenarios masivos y ambientes profesionales o ejecutivos hasta los rincones más personales del hogar.

Ellas coinciden en que les apasiona encontrar la belleza de los materiales que la naturaleza nos regala para transformarlos en objetos escultóricos. Y es que algo que tienen ellas, es que saben elegir las piezas correctas para que un lugar luzca espectacular.

Juntas comenzaron su proyecto llamado Paralelo Mexicano con el objetivo de formar una cadena colectiva basada en colecciones contemporáneas para promover a talentosos artesanos y emprendedores mexicanos y así se pudiera fomentar el consumo local, lo que beneficia directa o indirectamente la economía de todos.

“Creemos que la energía de cada pieza artesanal nos conecta con la esencia de su creador”.

El reto no fue fácil, debido a que fue justo durante el inicio de Covid 19 que decidieron aventurarse, sabiendo que la contingencia vino a sacudir la vida de todos. “Fuimos testigos de las necesidades de las comunidades indígenas por la falta de turismo, así que comenzamos a planear colecciones en las que pudieran tener participación y así generarles fuentes de empleo”, comentaron las profesionistas del diseño.

Con la firme creencia del apoyo entre todos y el amor por su país, a Sofía y Samira les apasiona lo que hacen todos los días y les llena de orgullo México, su gente, historia, dialectos y tradiciones. “Hemos descubierto la profundidad y la fuerza de las palabras indígenas, por lo que nos enamora nombrar a cada uno de nuestros productos con estos nombres”, agregaron.

Así es como surgen estos elementos que hacen a su empresa aun más valiosa, porque junto con las manos de los artesanos crean piezas decorativas y mobiliario que vuelven icónico cualquier espacio. La simplicidad es parte de su metodología; y es la respuesta a la creación de objetos sencillos fusionados con técnicas ancestrales para integrar historia a los espacios renovados.

Además del corazón puesto en cada proyecto, el talento natural y su notable dedicación han sido claves para ser quiénes son hoy; sin olvidar que cada día es un reto diferente, desde el control de calidad de los productos, gestionar los tiempos de entrega y la creación de piezas especiales hasta el cuidado de cada detalle para que todo sea único y especial.