Si te has preguntado cómo luciría la estética art déco en nuestros tiempos, con toda la vitalidad e influencia que el mundo moderno le puede ofrecer, la respuesta está en el nuevo The Goodtime Hotel. Estamos hablando del primer hotel de lujo que desarrollan en colaboración David Grutman (rey de la noche en Miami y CEO de Groot Hospitality) junto al ícono de la música internacional Pharrell Williams.

Redacción: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_).
Fotografía: Cortesía.

Ubicado en Miami Beach en Washington Avenue y 6th Street, el hotel reunió a un equipo de diseño de clase mundial compuesto por la firma de arquitectura Morris Adjmi, al diseñador de interiores Ken Fulk y al renombrado paisajista Raymond Jungles, quienes colaboraron y dieron vida a los espacios públicos del lugar, así como a sus 266 habitaciones.

“Queremos que Goodtime Hotel transmita una sensación de revitalización y despierte esa rara emoción cuando descubras algo especial”.

Pharrell Williams.

Un oasis tropical

The Goodtime Hotel está ubicado en una parte central e histórica de South Beach, ocupando una cuadra entera de Washington Avenue. Su fachada ondulada, entrada aireada con atrio, murales pintados a mano y decoración art déco recuerdan la opulencia y la nostalgia vintage de Miami, pero con un diseño totalmente adaptado al gusto de los viajeros modernos.

Cada habitación cuenta con una paleta de colores que incluye rosas, beiges y blancos que combinan a la perfección. Asimismo, están equipadas con divertidos toques vintage, como bancos con estampado de leopardo y un teléfono rosa con disco para marcar, ambos son ejemplos del divertido encanto de Miami Beach.

The Goodtime también alberga Strawberry Moon, un restaurante de 30,000 pies cuadrados que incorpora una mezcla de culturas y energías de Miami, con el concepto de diseño de Fulk que canaliza la onda retro del Caribe y de ciudades playeras como La Habana y Acapulco. Finalmente, en cuanto a instalaciones y amenidades, The Goodtime Hotel también dispone de boutiques, un lúdico gimnasio y una biblioteca, ésta última en brillantes tonos melocotón y roble natural.