Claudia posee gran talento, trasciende y rompe el realismo, generando un estilo único.

Texto: Luis Ángel González
Fotografía: Adriana Rodríguez

Claudia se sintió atraída por el Dibujo desde pequeña, gracias a la influencia de su padre –arquitecto de profesión– y de sus abuelos, quienes se dedican al arte: Pintura, por un lado; y Poesía, por el otro. Su primer acercamiento con la Pintura fue a los ocho años, cuando tuvo la oportunidad de recibir clases profesionales de Dibujo, por una maestra cercana a la familia.

Influencias que brindan rumbo

Explica Claudia que Lina Lanz y Arturo Cuevas han sido grandes influencias para ella, ya que la primera le enseño el arte abstracto; y el segundo, el realismo; disciplinas que han marcado su obra. “En los últimos años me he dedicado más al retrato, pero no podría dejar de pintar abstracto; son dos partes de mí opuestas y complementarias a la vez”.

Vivir con arte

Derivado de su participación en TED Talks, a través de una remembranza de su propia vida, Claudia atrapa nuestra atención al contarnos cómo fue que encontró su pasión en la Pintura y cómo, al ejecutarla de manera cotidiana, se dio cuenta que es posible amar la actividad que uno realiza.

La colección amarilla

Claudia nos comparte su última colección ‘All Yellow’, la cual expondrá este año en Miami. El tema nace de una foto tomada, en los años cincuenta, a un niño sordo; y su expresión cuando logra escuchar por primera vez. “Cautivada por la mirada de este niño, decido retratarlo en blanco y negro y contrastarlo con un fondo amarillo vibrante; a partir de ese cuadro, el amarillo se vuelve una obsesión tanto en mi obra como en mi vida”, declara.

Artista libre

Recientemente invitada por el patronato de la FENAPO a realizar un mural, Claudia nos comparte su experiencia: “Llevo más de la mitad de mi vida dedicándome a la Pintura; sin embargo, ‘Las manos de México’ es mi primer mural. Todo un reto. Me inspiré en la escultura de las manos que están en el castillo de Edward James, en Xilitla; las manos crean, construyen, cambian. Por eso las elegí, para representar nuestro México”.

El elemento central del mural es la mano derecha, del lado izquierdo plasma el dorso de la mano, la parte superficial; del lado derecho está la palma de la mano, la parte que trabaja, una cara más profunda. “En el dorso de la mano hay un ojo cerrado con una lágrima que figura la bandera mexicana y un anillo azul en forma de espiral –en el dedo anular–. La muñeca de la mano está fracturada. Con esto trato de expresar un México que se ciega ante una obvia realidad”. Asimismo, en la palma de la mano se encuentra un ojo abierto y expresivo, una mariposa monarca, una pulsera huichola y una frase de Frida Khalo. “En esta mano se refleja un México trabajador, consciente, con esperanza y alegría, un México vivo”, finaliza.