Creadores de un espacio donde la conexión comienza con la desconexión.

Texto: Fernanda Portillo| Fotografía: Maricela Maicera

El verdadero descanso no es solo cerrar los ojos, sino abrir el alma a la paz. En un rincón donde el tiempo se ralentiza y el estrés se disuelve, Juan Carlos Muñoz y Albert Ickenroth han dado vida a un santuario de bienestar: Royal Thai Spa.

Su historia comenzó en 1980, cuando sus caminos se cruzaron en México y descubrieron su pasión compartida por el arte.  Juntos, fundaron Carlos & Albert, una sociedad artística que fusionó las culturas mexicana y europea en esculturas vibrantes y expresivas. Su talento los llevó a exponer en galerías de Estados Unidos, Europa, Sudamérica y Japón, consolidando su nombre en el mundo del arte.

A lo largo de los años, su inquietud creativa los llevó a explorar nuevos horizontes: joyería, pintura y, finalmente, el bienestar. Fue en uno de sus tantos viajes que descubrieron la magia de los masajes tailandeses, una práctica ancestral que no solo alivia el cuerpo, sino que también sana la mente y el espíritu.

“Te cambia la vida. Albert se iba y no regresaba; iba al spa en la tarde y en la noche otra vez”.

De regreso en México, buscaron un lugar que replicara esa experiencia transformadora, pero no encontraron nada que estuviera a la altura. Así nació Royal Thai Spa, con la misión de traer al país la autenticidad de los masajes tailandeses, combinando la medicina ayurvédica y la medicina china para alcanzar el equilibrio perfecto entre relajación y bienestar.

Un oasis diseñado para el alma

El concepto de Royal Thai Spa nació en un contexto post-pandemia, cuando quedó en evidencia la importancia del bienestar emocional y mental. Carlos y Albert entendieron que la relajación no es un lujo, sino una necesidad.

“Después de la pandemia vimos la necesidad de enfocarnos en la salud emocional y mental. Los masajes ayudan a aliviar el estrés, reducir la tensión muscular y promover una sensación general de armonía”.

Decidieron no solo replicar la calidad de los masajes tailandeses, sino elevar la experiencia sensorial al máximo.

Cada detalle fue cuidadosamente diseñado para transportar a los clientes a otro mundo: la música, la aromaterapia, la iluminación y la calidez del espacio trabajan en perfecta armonía para crear una atmósfera envolvente.

Para asegurar un servicio de clase mundial, seleccionaron terapeutas con experiencia de Bali, garantizando que cada sesión fuera más que un masaje: una inmersión en el arte del bienestar.

“Nuestra intención es desconectar al cliente. Desde el momento en que abres la puerta, ya no sabes dónde estás. Es un viaje sensorial que te guía a través de sonidos, aromas y texturas”.

Un crecimiento que no se detiene

La primera sede de Royal Thai Spa, inaugurada en Landmark, Guadalajara, fue un éxito inmediato. En pocos meses, los fines de semana estaban completamente reser-

vados, lo que impulsó la apertura de una segunda sucursal en Av. Presidente Masaryk, Ciudad de México, y recientemente, una tercera en Palacio de Hierro, León, Guanajuato.

El futuro se vislumbra prometedor. Royal Thai Spa continúa expandiéndose, atrayendo nuevas oportunidades y mayor visibilidad con proyectos en puerta como su participación en la serie ‘The White Lotus’ de HBO.

“Es una experiencia que transporta a otros lugares, a otros momentos, a descubrir partes de ti que no sabías que existían. Déjate llevar, ponte en nuestras manos y convierte ese momento en un espacio 100% para ti”.

Así, Carlos y Albert han logrado mucho más que un negocio: han creado un refugio para el alma, donde cada visita es un reencuentro con el bienestar.