Querido amigo, hablemos de lo que no suelen decirte acerca de lo que es el éxito. Comencemos por aclarar que el éxito no es algo que pides, no es algo que exiges y, mucho menos, algo que demandas.

Por: Coach Hugo Jaramillo @hugojaramillocoach

El éxito es el resultado de tomar mejores decisiones, no es algo que atraes porque hagas un enorme esfuerzo en pensar de manera positiva durante cinco minutos al día, y tampoco es el resultado de autoafirmaciones ni de decretos que lanzas al universo. En cambio, si hablamos de atraerlo, es el resultado de la persona en la que te conviertes. 

En la obra ‘Julio César’, Shakespeare nos relata un encuentro que tiene el primer emperador romano con Bruto, quien tomaría su vida como consecuencia de una conspiración. Julio César le dice las siguientes palabras memorables: “Dueños de sus destinos son los hombres; la culpa, querido Bruto, no está en las estrellas sino en nuestros vicios”.

Los antiguos creían en algo conocido como “adrasteia” (la fuerza del destino o lo inevitable), así que pensaban que era inútil oponerse a los designios de los dioses, pues su suerte ya estaba echada. Desafortunadamente, este tipo de pensamiento sigue existiendo en la actualidad, y resulta muy conveniente para las mentes débiles y para los que asumen constantemente el rol de la víctima. Porque cada vez que las cosas les salen mal, buscan culpar a los demás de lo que no son o de lo que no tienen. A veces es culpa de las personas, a veces de las circunstancias y, a veces, de las estrellas. ¡Pero tú no eres así! Tú crees en el poder de decisión que radica en tu voluntad, y en que no estás dispuesto a dejarte arrastrar por las circunstancias. 

Estimado amigo, busca cultivar la virtud y destierra el vicio. Elige lo que construye, lo que edifica, lo que te acerca a ese lugar al que quieres llegar. ¡Oblígate si es necesario! Porque no hay alternativa. ¡Debes ser mejor de lo que eres! Y, una vez que hayas llegado a ese momento, es a lo que llamarás éxito y, estarás de acuerdo conmigo, que no lo alcanzaste por suerte o destino… sino porque decidiste mejor.