Para Luis, ser cronista de la ciudad es su más grande honor, pero también el más grande reto; el reto que siempre soñó.


Por Mario Preciado (mariopreciado_)
Fotografía: Emmanuelle Elías (emmanuelle_elias)

Si hay algo que no ha cambiado entre el Luis Alegre que era de niño y el de ahora, es la curiosidad. Aprendió a leer muy chico, eso detonó su aprecio por la Historia; incluso, recuerda que aún sin saber leer, le gustaba hojear la enciclopedia que su papá tenía en casa. La Historia llegó a su vida mucho antes que el periodismo. Ha sido un camino inquietante por querer conocer más, una labor que naturalmente lo llevó al puesto que hoy tiene como Cronista de la Ciudad de León.

Tendría unos doce años cuando, durante unas vacaciones de verano, visitó a su abuela en la Ciudad de México y ésta lo llevó a descubrir una ciudad que ya había conocido de algún modo en los libros, principalmente en el Artemio de Valle Arizpe que ella le regaló y que relata las leyendas de las calles del –aún entonces– Distrito Federal; solo que ahora las recorrería en persona y eso lo ilusionaba.

“Me quedé con mi abuela y ella me enseñó a moverme en la ciudad, en metro y en trolebús, hasta en camión (…)”, recuerda. Eso lo llevó a preguntarse qué sucedía en León y qué había por descubrir en sus calles. A su regreso, comenzó el hábito de entablar largas pláticas con ancianos de la ciudad, había germinado en él la semilla del periodismo.

También recuerda cómo fue cuando el periódico a.m. le publicó su primera crónica, aún estaba en la universidad. Su deseo por escribir, contar la historia y ser leído, lo motivó a crear un texto –el último que hizo en máquina de escribir– acerca del Barrio Arriba, donde él vivía. El trato era que, si les gustaba, se lo pagarían y lo publicarían; así sucedió. Su prominente trayectoria como periodista lo ha llevado a recorrer distintos medios y a ser partícipe incluso, del nacimiento de varios de ellos.

“LEÓN ESTÁ PLAGADO DE HISTORIAS DE VERDADERO ESFUERZO, QUE TIENEN QUÉ VER CON QUE LA FE DE LAS PERSONAS EN SU CAPACIDAD, EMPUJE Y ESPÍRITU, ES SU PRINCIPAL CAPITAL”.

Registrar la Historia

Luis Alegre es el quinto cronista que ha tenido la ciudad; es el primero que elige el Ayuntamiento por medio de su votación. Uno de sus principales objetivos es crear una plataforma digital donde se fusione el registro de lo público (documentos de gobierno) que conserva el Archivo Histórico, con lo que sucede en la sociedad civil, pues ambas cosas representarían un fiel repositorio de lo que acontece en León; material valioso para quienes hacen investigación, para niños y jóvenes que desean conocer más y, desde luego, para toda la sociedad.

“Vamos a ponerle el otro componente para que cualquier leonés pueda realmente acceder a diferentes fuentes de información en diferentes niveles. Tanto el público en general, como el que es investigador y está buscando un dato en particular. Pero, lo más importante, son los niños, contarles quiénes hemos sido (…)”.

El trabajo de Luis como cronista apenas comienza, pero tiene claro que su éxito vendrá al ayudar a que se concentre, se preserve, rescate y valore el acervo histórico y social, el de nuestra vida en común. Asimismo, el reto también está en hacer atractiva la narrativa, llevar esa información a las personas. Y, por último, lo que jugará a su favor, es que existen más personas en la ciudad que, así como él a lo largo de su vida, comparten esa inquietud por escribir, investigar y reconstruir la historia.