Lo especial de esta colección se encuentra en el interior del vehículo, los múltiples detalles evocan la aventura aérea de Alcock y Brown.

Por: José Emmanuelle Elías López
Fotografía: Especiales

Fue el Silver Ghost el primer Rolls Royce de la marca, un auto de seis cilindros de los que se fabricaron 6,173 unidades. Este modelo fue el que le dio a la compañía la buena reputación que hoy presume. Hablar de Rolls Royce siempre ha sido hablar de lujo, de poder, de exclusividad. ¿Por qué no hablar de su historia?

En junio de 1919, el capitán John Alcock y el teniente Arthur Brown (contemporáneos de Sir Henry Royce) desafiaron los cielos inexplorados para realizar el primer vuelo transatlántico sin escalas. Volaron desde St. John’s Newfoundland a Clifden (Irlanda) en un bombardero Vickers Vimy modificado de la Primera Guerra Mundial. Este avión era propulsado por dos motores Rolls-Royce Eagle VIII de 20.3 litros con 350 caballos de fuerza.

El pasado 24 de mayo, Rolls Royce presentó su nuevo automóvil homenajeando esta hazaña con el Rolls Royce Wraith Eagle VIII Collection Car; de esta forma, conmemoran el centésimo aniversario de esta proeza. El Wraith Eagle VIII habla de los aventureros de hoy, mientras honra a quienes cambiaron el curso de la Historia.

El exterior de la obra luce dos tonos de gris: gunmetal y shelby gray, y juntos evocan la aventura nocturna que vivieron Alcock y Brown; están separados por una línea de latón, como anunciando los detalles del interior del auto. Cuando observas el habitáculo de este Rolls Royce, es inevitable mirar el shelby gray y el cuero negro que se encuentran acentuados con latón; llenan la cabina en áreas clave, como las cubiertas de los altavoces de latón que representan la distancia de vuelo del transatlántico, así como una placa de este metal en la puerta del conductor con la cita de Churchill que elogia los logros de Alcock y Brown: “No sé qué deberíamos admirar más: si su audacia, su determinación, su habilidad, su ciencia, su avión, sus motores Rolls-Royce o su buena suerte”.

Tal vez la característica más atractiva de la colección es el extraordinario y exclusivo starlight headliner; fibras de luz estelar muestran la disposición celeste, la trayectoria de vuelo y las constelaciones están bordadas con hilo de latón, mientras que el momento exacto en que el par abandonó la nube para navegar por las estrellas se indica mediante una luz de fibra óptica roja. Si te quedaba duda de la exclusividad de estas bellezas, sólo se fabricarán 50 unidades reservadas para los coleccionistas más exigentes en Home of Rolls-Royce en Goodwood.