Desde el escarpado paisaje montañoso del Himalaya indio se alza el complejo hotelero Taj Rishikesh, una gesta arquitectónica que presume modestia frente a la magnífica naturaleza que le abraza.

Texto: José Miguel Pazzi
Fotografía: Maxime Brouillet

El complejo hotelero Taj Rishikesh nació tras un viaje al Himalaya indio donde los responsables del proyecto, la firma yh2, estudiaron la arquitectura vernácula tradicional desarrollada allí durante milenios. La base del diseño demandaba énfasis en la topografía escarpada de la montaña y en los materiales disponibles localmente.

Taj Rishikesh, ubicado a 250 km al noreste de Nueva Delhi, incorpora el bloque principal del hotel y una serie de villas en un sitio extenso e inclinado con vista al famoso río Ganges. La traza del sitio se inspira en las aldeas tradicionales del Himalaya, ancladas alrededor de Darbargadh, la residencia tradicional de los rajás ( “señores locales”). Estos darbargadhs se utilizan como combinación de fortaleza-palacio-templo, y ofrecen en su corazón un patio amurallado que asegura la protección de los aldeanos en tiempos de guerra, además de servir como lugar de reunión para la vida comunitaria en tiempos armoniosos. Creado a semejanza de un Darbargadh tradicional, el área principal del hotel cuenta con vista al valle y ofrece una ubicación central para reunir los servicios principales del resort: recepción, restaurante, bar, boutique y biblioteca.

Las villas se disponen como una serie de pabellones construidos sobre una sucesión de terrazas escalonadas, contenidas por enormes muros de piedra. La estratificación del sitio en niveles sucesivos ofrece a cada villa una vista privada de la montaña y del río Ganges. A su vez se aprovecharon materiales que se encuentran en la región: piedras de río para muros de contención, pizarra para techos y pisos, así como grandes marcos de madera para la carpintería. La técnica de construcción tradicional del Himalaya denominada Kath-Kuni entremezcla muros de piedra con vastas vigas de cedro en voladizo; aquí se reinterpretó con acero, reemplazando las vigas de cedro que ahora están prohibidas para su explotación en el Himalaya.

Un largo y sinuoso camino central une la propiedad, la cual serpentea entre mesetas y conduce a los distintos edificios del complejo turístico. Desde la carretera nacional en la parte superior del sitio, esta larga ondeada se despliega suavemente, conectando el bloque principal del hotel en la meseta superior con las villas en las terrazas intermedias. Luego, el camino desciende hacia los pabellones de yoga y spa, para terminar el viaje en la piscina y los restaurantes que colindan con la playa a orillas del Ganges.

  • Arquitectura: yh2 Architecture
  • Equipo de Diseño: Marie-Claude Hamelin, Loukas Yiacouvakis, François Bélanger, Marianne Vézina
  • Interiorismo: Eco-id Architects
  • Paisajismo: Burega Farnell
  • Iluminación: GA Design
  • Ingeniería Estructural: S.V. Damle
  • Contratista: Darrameks Hotels & Developers Pvt. Ltd
  • Ubicación: Rishikesh, India
  • yh2architecture.com