Mulliner es el departamento de personalización de Bentley, responsable de fabricar el nuevo Bacalar.
Por: Emmanuelle Elías (IG: @emmanuelle_elias)
Fotografía: Especial
La marca fundada en Inglaterra en 1919 por Walter Owen Bentley, fabricó inicialmente motores aeronáuticos, pero en la década de los 20 comenzó a desarrollar autos de lujo. La depresión de 1929 provocó que dos años después, Bentley se fuera a la quiebra; luego, la adquirió Rolls-Royce y, desde 1998, pertenece al grupo Volkswagen.
Ahora, tras la cancelación del Salón de Ginebra, Bentley presentó en su sede de Crewe, el Bentley más exclusivo y hecho a la medida de la era moderna (así lo autodefinieron). Es su auto más genial diseñado hasta el momento; para titularlo, tomaron prestado el nombre de la laguna de Bacalar, en Quintana Roo, debido a la belleza de esta región del Caribe mexicano.
El Mulliner Bacalar es el segundo modelo biplaza de la compañía desde 1930.
Se ve magnífico con la doble joroba de su diseño “Barchetta” y, aunque de frente rememora al Continental GT Convertible, el fabricante afirma que lo único que comparten es la manija de la puerta con el sistema de acceso sin llave. El descapotable de este biplaza presume dos cubiertas ovaladas en la parte trasera de la carrocería, mismas que envuelven los asientos y sirven de portaequipaje, dándole ese aspecto náutico.
Asimismo, en este modelo, Bentley hace alarde de la colaboración que tuvo con compañías celosamente seleccionadas que utilizan técnicas sostenibles e innovadoras, teniendo así la mejor artesanía integrada en el Bacalar. Tal es el caso del raro Riverwood infundido con cobre que conforma el tablero; madera de árboles caídos de manera natural y que se han conservado durante 5,000 años en turberas, lagos y ríos de la región inglesa East Anglia. La estética negra de dicha madera es el resultado de permanecer intacta en tierra húmeda durante miles de años, y el haber sido secada al aire durante períodos extensos en condiciones controladas para conservar sus características únicas.
Aunado a otros detalles como la incorporación del cuero, las incrustaciones preciosas y los relojes únicos en cada auto con su respectivo distintivo de la serie (sólo se fabricaron 12), logran que cada Bacalar sea único –interiores y exteriores fueron personalizables. Así es, “fueron”, ya que los 12 se vendieron ya.
Con faros redondeados y delgados LED DRL y neumáticos de 22 pulgadas.
No todo es lujo en este auto, el poder es algo que se siente al acelerarlo; bajo el capó se alberga un motor W12 de 6 litros con 650 caballos de fuerza y 667 libras pie de torque, con una caja automática de 8 velocidades. Cualquiera de los orgullosos poseedores de este espectacular automóvil, debió desembolsar aproximadamente 1.7 millones de euros (cifras aproximadas, pues Bentley no reveló precios).