En los ámbitos en los que se desarrolla, Alfredo deja la impronta de un liderazgo propositivo.
Texto: Matty Guzmán Fotografía: Cortesía
En el sector político destaca por ser el diputado más productivo en el Congreso del Estado y, en el rubro profesional, es pionero en la creación de marcas colectivas en México para proteger la autenticidad de los productos michoacanos y darles valor agregado. En suma, representa un relevo generacional que se abre camino entre referentes tradicionales para proponer una forma distinta de hacer política y de ejercer el poder público.
“El bienestar colectivo es garantía de prosperidad individual”
Alfredo Ramírez Bedolla
Es originario de Morelia, pero su árbol genealógico tiene raíces en Sahuayo, Aguililla, Jiquilpan y Cotija; además, ha vivido en Uruapan y Lázaro Cárdenas. Quizás eso explique su pasión por la historia de los pueblos y sea la razón por la que se ha comprometido a proteger los saberes tradicionales, mediante el registro de marcas colectivas que salvaguarden los valores de tradiciones como el mezcal, el queso cotija, el ate, la alfarería y las catrinas de Capula.
“Michoacán es un estado rico, son sus gobiernos los que están en crisis”, afirmó refiriéndose a que la entidad tiene un potencial contenido, ya que a pesar de ser líder en producción primaria, tener puertos para el comercio exterior y ser un referente en la industria turística, no ha logrado alcanzar el nivel de desarrollo que su riqueza amerita.
Alfredo no sólo tiene una perspectiva clara del desarrollo económico, sino que es el único morenista en Michoacán que tiene como prioridad la atracción de inversiones, por ello ha sido el principal promotor de que se declare Zona Libre Fronteriza en Lázaro Cárdenas, para ofrecer estímulos fiscales a los inversionistas. Es también el único que gestiona para que las oficinas centrales del IMSS sean trasladadas a Morelia. Además, fue el principal aliado de las cámaras empresariales para echar abajo los ocho nuevos impuestos creados por el Ejecutivo estatal que amenazaban la sustentabilidad de la industria y de diversas ramas de la economía.
Ramírez Bedolla considera que hay una percepción equivocada de la relación de Morena con el sector empresarial, y para sustentar sus dichos cita los estatutos del partido en el que milita: “No estamos en contra de los empresarios, sino de la riqueza mal habida, de la corrupción, de los monopolios y de la explotación inhumana”.
“El poder público no debe tener como principal objetivo mantener los privilegios de la clase política, sino servir para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos porque el bienestar colectivo es garantía de prosperidad individual”, explica quien, como presidente de la Junta de Coordinación Política, logró que se redujera 45% el salario de los diputados y que, en 2019, el Congreso de Michoacán fuera el segundo del país que más recortó su gasto.
Por lo anterior, se posiciona como el perfil más sólido de Morena para contender por el gobierno capitalino. Al respecto, él dice que las definiciones llegarán a su debido tiempo y sólo anticipa: “En 2021 iniciaremos en Michoacán la transformación que ahora le está siendo negada, y Morelia será la capital de la esperanza”.