La vibra de Vidal López es completamente optimista e inspiradora. A sus 23 años ha motivado a miles de corazones para que vivan su vida al máximo.
Texto: Matty Guzmán
Fotografía: Cortesía
Vidal López, mejor conocido como Vidalito, nos platica el parteaguas que ha tenido en su vida y cómo su mente perseverante lo ha llevado a alcanzar todos sus sueños. Él fue in- quieto desde pequeño. A esa edad ya se le veía conviviendo en el campo con su abuelo y los trabajadores de la empresa familiar; fumigaba, se subía al tractor y estaba siempre en contacto con la naturaleza. Ése es su centro y sus raíces.
Por otra parte, desde temprana edad abrió los ojos a un mundo que lo llevaría a su gran pasión: los carros y las motos; inculcado por su papá, Vidal ha sido amante de ellos desde que daba sus primeros pasos. Ser piloto profesional se convirtió rápidamente en su más grande sueño y todo apuntaba para ello.
El de corazón michoacano se caracteriza por ver el lado positivo de las cosas; es una persona con mente ganadora que no se deja vencer fácilmente y que busca darle la vuelta a los obstáculos. Es creyente de que las cosas pasan por algo y que siempre hay algo bueno entre lo malo.
“Realmente no he encontrado un límite. Cuando quieres hacer algo no importa la situación en la que estés”.
Cuando tenía 18 años, recién graduado del bachillerato, Vidal perdió sus piernas en un accidente. “Fue el 9 julio del año 2019. Definitivamente jamás imaginé que me pasaría. Lo más complicado fue que me dieran la noticia. Después de 15 días en estado de coma me informaron que me habían amputado la pierna derecha y que la otra también estaba en peligro.
Recuerdo que me alegré porque los cambios en las motos se realizan con la izquierda y pensé que por lo menos podía seguir haciendo eso; pero luego de una serie de complicaciones y más de 15 cirugías me tuvieron que inducir a otro coma. La opción era dejarme esa pierna sin circulación, sin pulso y sin soporte o retirarla también. Ahí fue cuando tomé la decisión de perderla para intentar seguir mi vida con un par de prótesis. Hoy soy 50% fibra de carbono”.
El momento de enfrentarse a su nueva realidad llegó a la salida del hospital, cuando pisó nuevamente la calle para seguir adelante. Fue importantísimo el apoyo de sus papás, de su hermana y de su novia de aquel entonces. Y también fue el momento donde descubrió su fortaleza y actitud.
El desafío fue grande, pues a esa edad quieres comerte el mundo; y así lo hizo. Después de estar al borde de la muerte y las rehabilitaciones dolorosas, agradece estar vivo y está convencido de que los límites nos los ponemos en la mente, no en el cuerpo.
“Nunca uso pantalones porque ésta es mi identidad para recordar el porqué estoy aquí”.
Esa manera tan suya de ver la vida lo llevó a darse a conocer rápidamente en todos los medios. Hoy Vidalito es un ejemplo de inspiración porque se sigue valiendo por sí mismo, pero con doble dosis de buena actitud; ya se lanzó del paracaídas, sigue ro- dando en sus pasiones, comparte varios videos con sus muchos seguidores y sigue preparándose para el sueño que le dio propósito a su vida. Hoy ese sueño es una realidad, ya que será la primera persona con una discapacidad que competirá en la Nascar México para convertirse en piloto profesional.