John Mason dijo: “Cada mañana, en el África, una gacela se despierta; sabe que deberá correr más rápido que el león, o éste la matará. Cada mañana, en el África, un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la gacela, o morirá de hambre.
Por: Hugo Jaramillo
Fotografía: Cortesía
Cada mañana, cuando sale el sol, no importa si eres un león o una gacela, lo mejor será que te pongas a correr”.
No importa quién seas, desde el más humilde de los animales, hasta el rey de la sabana; nadie está exento, ni de los problemas, ni de las desgracias, ni de la dificultad. Todos tenemos nuestra parte, ¡todos!, así que la pregunta es: ¿qué vas a hacer al respecto?
Éste y cada día, lo mejor será que te pongas a correr. Y no me refiero a que debes andar estresado, corriendo sin sentido. Lo que digo es que al despertarte ¡te actives! Que a primera hora salgas de la cama y, a pesar del frío, a pesar de la pereza… a pesar de lo que sea, hagas lo que sabes que debes hacer. La motivación se activa con el movimiento, cuando te levantas temprano, y eres tú quien le dices al sol ¡buenos días!, tienes un sentimiento de vitalidad y fortaleza.
Al juntar tus manos y exclamar “¡hoy será un gran día!”, la energía se activa; y mientras más haces, más energía se genera. En cambio, el que no se mueve, el que permanece estático, es el que debido a la carencia de movimiento va perdiendo la motivación y, poco a poco, el ímpetu por vivir.
Así que no permitas que la comodidad destruya tu vigor o impida que tu ADN de ganador no explote en su máximo potencial. ¡Muévete! La endorfina, dopamina y serotonina tienen poder sobre tu cuerpo: te producen esa sensación de bienestar, mejoran tu humor, reducen el dolor, ralentizan el proceso del envejecimiento, fortalecen tu sistema inmune.
Recuerda: apenas te despiertes, apura el paso; pero con sentido, con consciencia. Sé digno del lugar donde se encuentran los mejores porque eres un león entre leones, porque eres grande, ¡porque eres imparable!