Al cabo de ocho años de experiencia como arquitecto especializado en proyectos residenciales, Arturo Rayas tiene una visión clara de los objetivos que habrá de perseguir.
Por Mario Preciado (IG @mariopreciado_)
Fotografía: Cortesía
Arturo Rayas es el vivo ejemplo de que la juventud no se contrapone al profesionalismo; reconoce que en los primeros años de su ejercicio profesional lo pensó, incluso creía que la manera de vestir podría ser determinante para cerrar un proyecto. Hoy, la experiencia acumulada al cabo de ocho años y la reputación que ha construido en el sector residencial son su mejor presentación.
“LA DIFERENCIA ENTRE EL ÉXITO Y EL FRACASO ESTÁ EN PREVENIR LOS ERRORES; Y EN SU DEFECTO, RECONOCERLOS Y CORREGIRLOS”.
Aún no terminaba la carrera en el TEC de Monterrey cuando ya hacía sus pininos. En su familia no hay un antecedente en la arquitectura que lo haya influido al elegir la carrera, más bien todo se dio de manera natural. Recuerda que siempre fue un aficionado del dibujo y el diseño de hoteles le parecía fascinante.
Una vez egresado, comenzó junto a su amigo Arturo Ávila un pequeño despacho, llegaron a proyectar naves industriales, oficinas y agencias de autos; posteriormente casas, área en la que asegura tuvieron más éxito. El mismo incremento en la demanda de ese tipo de proyectos fue perfilando el estudio, cuyo nombre en ese momento era AR Arquitectos.
Hace cinco años quiso virar hacia un nuevo camino, el despacho cambió de nombre a Rayas Arquitectos, pero ahora bajo el esquema de Grupo RAYAS y con el apoyo de su nueva socia, la arquitecta Andrea Méndez Espítia. Ahora, como grupo, han desarrollado e integrado nuevas empresas: ARAM, constructora; eme Design Studio, despacho de interiores en sociedad con Mabel Del Moral; y próximamente, una desarrolladora de bienes inmuebles.
Estilo y filosofía
Por medio de Rayas Arquitectos, Arturo ha sobresalido en la región con su línea de diseño contemporánea y atemporal; le gusta incorporar materiales como la madera, la piedra y el acero. Junto a Andrea y el equipo joven de 30 personas que conforman el despacho, siempre buscan innovar y han impregnado de manera orgánica su actitud y frescura a los proyectos. Guían a sus clientes a la idea de que los espacios deben estar integrados para que estos sean más eficientes; asimismo, echan mano de la tecnología al ofrecerles recorridos virtuales para que conozcan desde las primeras citas cómo será su hogar.
Arturo antepone el orden en su trabajo, sólo así se pueden esquivar los errores, se apegan a los presupuestos y desarrollan obras sencillas de construir, asegura. “Es pura planeación y, obviamente, tener nuevas ideas porque hoy el mundo es mucho más competitivo, por lo que tienes que estar a la vanguardia buscando nuevas ideas y mezclándolas”.
Desde luego, también es importante no confiarle todo al éxito obtenido. Arturo es sensato al decir que siempre hay que estar aprendiendo, de lo contrario estancarse será inminente. Viajar, tomar cursos, conocer nuevos materiales, tener la mirada puesta en el entorno y visitar obras constantemente son actividades que conforman su día a día.
Proyección
Arturo sigue con fervor el trabajo del arquitecto Sordo Madaleno, a quien le reconoce su talento en cuanto a diseño y estructura de negocio. En unos años, Arturo quisiera incursionar en vivienda vertical y edificaciones de usos mixtos. Sabe que para lograrlo la fórmula será la misma que inconscientemente ha practicado hasta ahora: trabajar y nada más, lo cual lo llevará a ser, por qué no, como ese arquitecto a quien hoy admira.