Hablamos con el arquitecto Andrés Muñoz Alarcón acerca del proyecto vertical Legacy Tower, un desarrollo residencial con impacto y propuesta.
Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Cortesía Legacy Tower / Grupo Madaleno Arquitectos
Nace en el Distrito Andares de Zapopan (Jalisco) un proyecto vertical de residencias que, por su diseño y apertura hacia el exterior, será un hito que perdure y del cual se hable por mucho tiempo. Es Legacy Tower, cuya arquitectura se confió al reconocido Grupo Sordo Madaleno, al cual pertenece el joven arquitecto Andrés Muñoz Alarcón, quien nos compartió en entrevista detalles de dicho desarrollo.
Legacy Tower se conceptualizó teniendo en claro que habría de ser un producto inmobiliario de excelencia. La parte emblemática de su diseño corresponde a la plaza que se genera en el acceso, explica el arquitecto, cuya inspiración provino de las plazas públicas de edificios que se construyeron en capitales como Chicago o Nueva York en las décadas de los 60 y 70, brindando un espacio de convivencia a la ciudadanía en general.
En la actualidad, los edificios residenciales suelen ser expulsivos, abundan las paredes altas por cuestiones de “seguridad”; aunque es preciso abrirse mucho más con ojos hacia la calle. Una plaza como la de Legacy propicia la convivencia y, por lo tanto, un entorno seguro. “El terreno es una esquina, hace una escuadra en la parte trasera y va en curva hacia la parte frontal, en la calle de Virreyes con Empresarios. Entonces, se nos hizo –justamente– una gran oportunidad dejar libre la esquina, crear una plaza pública con acceso a todo transeùnte”, complementa.
Legacy Tower contará con 26 niveles, los cuales albergarán sus exquisitas y amplias amenidades y los más de diez modelos de departamentos con acabados de lujo, óptimas alturas y vistas espectaculares. Sólo el 46% del terreno será construido, dejando el resto para las áreas libres descritas anteriormente.
“Queríamos hacer un statment de arquitectura”, menciona Andrés, lo cual se ha conseguido con acierto, la fachada deja al descubierto la estructura, el concreto es evidente, el diseño interior está bien logrado y en general se trata de un edificio con mucho cuerpo. “El cliente le ha puesto muchas ganas en dar un producto que cambie el mercado, lo cual se me hace admirable. Tener un cliente así, la verdad yo siempre se lo digo, me enorgullece mucho (…)”.
Talento e ímpetu
Nacido en Guadalajara, el arquitecto Andrés Muñoz, director de proyectos en Sordo Madaleno se enaltece de pertenecer a una firma que hace bien las cosas y que ha desarrollado proyectos emblema en su estado natal.
Andrés emigró a los 18 años a la Ciudad de México para estudiar Arquitectura en la Ibero. En el verano de 2011 trabajó como arquitecto becario en el despacho JAGAR Architecture de Los Ángeles. Antes de egresar, tomó un curso intensivo de Diseño de Interiores en el Pratt Institute de Nueva York. Se graduó con honores en 2012, mismo año en el que ingresó a Grupo Sordo Madaleno, donde fue dibujante, arquitecto diseñador, gerente y, más recientemente, director de proyectos. Inspirado en su mentor, el arquitecto Benjamín Romano, considera que la arquitectura debe ser integral; es decir, contemplar todos los ámbitos, estructuras e instalaciones, y no sólo la arquitectura del diseño.