Con un pensamiento divergente, el artista plástico Eduardo Zu crea cuadros expresionistas y provocadores haciendo gran uso de las formas y el color.

Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Diego Torres (IG: @torres8168)

La obra de Eduardo Zu, artista guanajuatense nacido en la primavera de 1980, tiene una fuerte carga expresionista; sus personajes nos invitan a adentrarnos a la mente de estos. Sus primeros cuadros, menciona Eduardo, llevaban tintes de crítica social, eran crueles y sádicos, pero más recientemente se ha interesado en explorar la belleza y las formas.

“MI OBRA HA EVOLUCIONADO HACIA UN LADO UN POCO MÁS LUMINOSO, MÁS BELLO Y MENOS CRÍTICO”.

Este 2021 expuso en el Centro Cultural México Plaza junto a otros artistas de la región, se trataba de una muestra de cuadros que fueron pintados durante la pandemia y que reflejaban las emociones que experimentaron los artistas en este tiempo o la interpretación que hicieron de ésta. El arte de Eduardo también ha rebasado fronteras, puesto que en 2020 dos de sus obras fueron exhibidas en Venecia (Italia) en la exposición grupal ‘Chamanes. Muestra de artistas mexicanos contemporáneos’. A lo largo de su trayectoria, ha participado en unas diez exposiciones de manera individual o colectiva.

Historia naciente

Su primer acercamiento con el arte se dio gracias a una mezcla de su inquietud y de la influencia de su madre. “Mi mamá pintaba y tenía material en la casa; lápices, pinturas, pinceles… y, nosotros, de traviesos, agarrábamos la pintura y nos manchábamos la ropa. ¡Eran unas regañizas! Siempre me llamó la atención, dibujaba desde muy chico”, refiere el artista.

Hubo una época en la que Eduardo abandonó el arte, temporada que coincidió con su adolescencia. Alejado de la plástica, decidió estudiar Contabilidad como carrera profesional, pero el arte lo llamó nuevamente alrededor de los 25 años, casi como una necesidad, debido a que éste fue su válvula de escape ante las preocupaciones y responsabilidades que tenía a esa edad. Y ya no lo soltó.

La formación artística de Eduardo se dio en parte de manera autónoma, si es que existe tal, puesto que como expresa el artista, siempre hay inspiraciones y referencias que los artistas siguen y no hay un autodidacta puro. Cuando decidió retomar el arte tomó un curso de Dibujo para mejorar los conocimientos y prácticas que tenía; hoy, asociado con el artista Ariel Díaz, busca perfeccionar técnicas como el óxido en lámina y aprender escultura –de chico modelaba en plastilina–. Eduardo no concibe sus días sin el arte, por eso es que está orientado a seguir aprendiendo y a producir obra.

Para él, quien asegura que pintar le genera paz, cada persona puede tener una lectura diferente acerca de un cuadro que contempla, es un ejercicio individual que tiene que ver con la personalidad del espectador. Música, pláticas de arte o filosofía que reproduce en YouTube, una cerveza o un whisky, o simplemente el silencio y la tranquilidad, suelen describir el momento en que se decide a trabajar un cuadro. “Yo pienso que el arte nos sirve mucho para mejorar la sociedad, es una de las bases. Lamentablemente, ningún gobierno se ha dedicado realmente a eso, a sembrar las semillas; yo creo que nos toca un poco a los artistas hacerlo”, finaliza.

Instagram: @eduardozu333