Con sabores distinguidos y alejados de pretensiones, Olinka, del chef Emiliano Ayala, se ha convertido en Querétaro en un restaurante destino al que todos quieren ir.
Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Diego Torres (IG: @torres8168) / Cortesía Olinka
En una época en la que un sitio se vuelve exitoso por el solo hecho de ser instagrameable, se agradecen los restaurantes que tienen una propuesta, que persiguen una filosofía y donde se puede comer sabroso y sin pretensiones. Tal es el caso del café-comedor queretano Olinka del chef Emiliano Ayala, quien, para diseñar los platillos del menú, se inspiró en las cocinas de los otros establecimientos que ha tenido.
Olinka, cuyo significado es “de donde se origina el movimiento”, se compone del maya y del náhuatl. Se ubica en la calle Ramón Rodríguez Familiar, en una zona vibrante y cosmopolita, cerca de los Arcos. “Seguimos la filosofía de la cocina de producto, eso significa que seleccionamos cuidadosamente a cada uno de nuestros proveedores y con eso generamos nuestro concepto. Olinka es un lugar muy relajado, puedes venir a desayunar, comer o cenar (…) Una propuesta muy casual con una buena hamburguesa, un buen (o el mejor) sándwich de pollo frito, un pan francés también increíble que, por petición de los clientes, lo tenemos todo el día. Tenemos una paella de langosta, carne queretana madurada, una pasta con cangrejo moro fresco…”, asegura.
“HE BUSCADO Y PELEADO MUCHÍSIMO CONMIGO MISMO PARA NO ENCASILLARME EN UN SOLO ESTILO. DICE EL CHEF ÉDGAR NÚÑEZ QUE NO HAY ALTA Y BAJA COCINA, HAY BUENA Y MALA COCINA, PUNTO. YO ME DEFINO COMO UN COCINERO QUE HACE COCINA BIEN HECHA Y BUSCO CUIDAR MUCHÍSIMO LOS DETALLES”.
Inaugurado en enero de 2020, Olinka ha sabido sortear los retos actuales, de hecho, se posiciona como uno de los restaurantes destino de Querétaro. “(…) Gran parte del trabajo ha sido tener contacto con los productores y proveedores, conocer el origen de los productos, saber qué nos llevamos a la boca (…) Todo es saludable, pero visto no como tendencia, sino que somos un restaurante healthy y es realmente lo que a nosotros nos gusta comer, porque creemos que es algo que puede generar impacto a nivel global en temas de medio ambiente, clima, salud… Perseguimos mucho que los productores sigan buenas prácticas. Creemos en cuanto a la sobreexplotación de los ingredientes, como la alta producción de huevo, que son mejores los pequeños productores, porque la calidad de vida de las gallinas es mejor y su función en la tierra es mucho más saludable que en grandes naves de pollos hacinados (…)”, añade.
Acerca del chef
Emiliano Ayala es originario de Ocuituco, población del estado de Morelos. Comenzó a trabajar en la cocina a partir de los 17 años. Tras emprender un proyecto propio, se mudó a la Ciudad de México, después a Cancún y luego a Holbox. Su preparación profesional lo llamó al País Vasco, donde estudió la carrera de Cocina, no tardó mucho para enrolarse en restaurantes prestigiosos, algunos de ellos incluso con estrellas Michelin. Se mudó a Asturias para trabajar en Casa Gerardo, distinguido restaurante que ha sido manejado por siete generaciones.
Emiliano volvió a Morelos y abrió un negocio en Oaxtepec, aunque no pasó mucho tiempo para decidir moverse a Querétaro, donde ha desarrollado otros proyectos además de Olinka, como es el caso de Planta Alta, en conjunto con su esposa, Nadia Lazcano; y más recientemente, Bárbaro Asador.
Instagram:
@emilianoayalamx
@olinkaqro