Texto: Matty GuzmánFotografía: Bruno Gómez de la Cueva
“Candyman” le da vida a todas aquellas cosas que no son tan visibles, pero que forman parte de nuestro entorno.
Evelia Mora, mejor conocida como “Candyman”, es artista visual egresada de la Facultad Popular de Bellas Artes (FPBA) y ha destacado en el mundo del diseño gracias a la facilidad que tiene para plasmar lo que su imaginación le dicta. El sentido creativo de esta moreliana proviene de sus principales gustos, los cuales se caracterizan por ser todas aquellas cosas que no son cotidianamente visibles, pero que forman parte de nuestro entorno, logrando un resultado de formas y personajes que se encuentran en los objetos y en la naturaleza.
Desde su perspectiva, cada elemento viene cargado de energía, personalidad y memoria; su propósito es que las personas tomen conciencia de los objetos y del mundo que nos rodea. “Cada día todo se vuelve más desechable y nuestra mirada mucho más inmediata; no nos detenemos a ver el mundo que nos rodea y las maravillas que nos ofrece. Sin embargo, todo está ahí esperando a ser visto”, comenta la artista.
Por esta razón, “Candyman” se caracteriza por darle vida a los objetos animándolos con ojos y bocas para lograr vincular y hacer un contacto con el espectador, en otras palabras, volver las cosas visibles. Le gusta experimentar distintos formatos y técnicas para la realización de su obra plástica, ya que cada técnica le permite tocar distintas experiencias y sensaciones, tanto personales como en el espectador, y cada una se mueve a su propio ritmo llegando a distintos públicos y lugares.
El talento de Eve es innegable, así como la variedad de su obra que va desde la escultura, pintura, ilustración, joyería y grabado, hasta la pintura mural, intervención de muebles, diseño aplicado a productos, ilustración de cuentos infantiles, fotografía y tatuaje. Acerca de los personajes de su autoría confiesa que se inspira en todo lo que la rodea, desde lo simple hasta lo complejo: ya sea un color, la sensación de una textura, las formas, imágenes, animales grandes, insectos pequeños, flores, plantas, etc.
Su obra va dirigida especialmente a niños, pero también, a ese pequeño que todos guardamos dentro. “Le hablo al niño que se deja cautivar, el que se asombra, el que es perceptivo e imaginativo. Cuántas cosas que de adultos damos por hecho, nos sorprenderían si un día nos hacemos el propósito de mirar el universo con ojos de un niño de cinco años”, agrega.
Si deseas hacer un recorrido de su trabajo puedes empezar por darte una vuelta a la colonia Ventura Puente, ahí encontrarás un mural que parece de otro mundo, lleno de fantasía, color, creatividad, vida y encanto.
Además, nos compartió que actualmente está trabajando en su nuevo proyecto Conejo Blanco, el cual funcionará como un espacio integral que contendrá sus máximas pasiones: una galería de arte -espacios para talleres y su estudio de tatuaje- y, próximamente, una tienda de diseño. Lo mágico de este lugar es que tendrá la facilidad de transformarse, cuantas veces sea necesario, según las necesidades de cada evento, con el propósito de ser un centro completamente funcional para el desarrollo de diferentes actividades en tiempo y forma.
Asimismo, para este año Candyman tiene otro proyecto en mente: “Estoy trabajando en la realización de una serie de objetos utilitarios y productos que serán parte de la tienda de diseño en Conejo Blanco. Muy pronto podrán encontrar todo esto en nuestras redes sociales”, finalizó.
Instagram: Candy.man._ | Conejoblanco699
Correo: conejoblanco699@gmail.com