Luis Roberto, actor puertorriqueño, nos cuenta acerca de su amor a la actuación, su cariño a la naturalidad y mucho más acerca de su participación en la 5ta temporada de Cobra Kai para la plataforma Netflix.
Por: Laura Durán (@launiceduran)
Fotografías: Cortesía
Luis Roberto es hijo de Luisa y de Roberto, nació en Puerto Rico el 9 de abril. Siempre trata de ser honesto y leal con él mismo, busca lo que quiere, le gusta darle tiempo a las cosas y seguir el curso natural de los procesos para lograr algo. Detesta las dobles caras y no le gusta escudarse en absolutamente nada que no sea él.
“Trato de identificar mis dificultades, mis defectos y trabajar sobre ellos. Soy amante de la libertad de expresión, de que la gente sea como es, que la gente tenga la libertad de expresar con su cuerpo y con los pensamientos lo que quieren y lo que desean. No me gusta el prejuicio, me gusta que la gente sea sexualmente libre y que viva su vida y su cuerpo de la manera que quiera”.
A los 19 años descubrió su amor por la actuación gracias a un amigo suyo que ya la estudiaba y que lo invitó a probarla. Al conocerla y vivirla le gustó tanto que cambió de la facultad de Administración de Empresas, a la facultad de Pedagogía en Educación Teatral.
En 1999 llegó a México para probarse a sí mismo como actor; su primera oportunidad fue en el grupo Televisa, donde tuvo que adentrarse en un mundo que no conocía mucho: “Fueron hermosos años definitivamente, trabajar en Televisa, tener personajes y pertenecer a historias que fueron interesantes dentro del género y en el momento, entonces siempre voy con el agradecimiento por delante”
Del teatro, el cine y la TV, no podría decir cuál es su favorito ya que cada uno tiene su parte buena.
“Lo que más me gusta es tener el tiempo de convivencia, de desarrollo, de entendimiento y de afianzamiento que se puede dar en cualquiera de los tres ámbitos, pero es mucho más común y normal que se den en el teatro. Pasar por una sala de ensayo, equivocarse y poder hacer prueba y error. Me gusta tener tiempo para asimilar la historia, tener claridad, tener diálogo, compartir ideas, defender, aceptar y errar”.
Luis Roberto Guzmán
Le gusta la diversidad en cuanto a los personajes y cree que cada uno siempre tiene algo interesante, le gusta el proceso de identificarse, conocer y resaltarlo para que haya una empatía y una cercanía entre la historia, el actor y el espectador. Cada vez que hace un personaje, hace una búsqueda de imágenes con referencias tanto visuales como auditivas
Sobre su personaje en ¿Quién mató a Sara?, dice: “Yo creo que el punto de partida era tratar de denunciar la posibilidad del amor, hablar desde el amor y defender el amor entre dos seres humanos, que el amor no tiene preferencia sexual, es completamente universal”
Nos habla de su personaje en Cobra Kai, la serie de Netflix: “Fue una gran sorpresa, no lo esperaba y sobre todo porque ha sido mi primer trabajo en otro idioma. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de hacerlo y, de cierta manera, después me cayó el veinte de que yo fui niño en la época de Karate Kid, entonces hay una referencia muy marcada por la que yo ni me imaginaba que iba a ser partícipe de ese universo. Todo lo que puedo hacer es poner lo que está en mis manos al servicio de y poner todo el empeño”.
“El trato y el diálogo con los creadores y en el set, todo fluyó de una manera orgánica, bonita, generosa y, sobre todo, se tuvo un diálogo sobre esta historia en específico con cada uno de los creadores fue muy interesante. Unas escenas se filmaron en Puerto Rico y fue un súper regalo regresar y trabajar en mi tierra.”
Para él un set es un lugar sagrado; “Yo creo que por el hecho de estar en otro idioma me puso mucho más alerta para no dar nada por hecho y respetar el trabajo de cada quien y que todo contribuye y se resume a un cuadro, a una pantalla. El lenguaje cinematográfico es universal, no depende de la lengua, de tu procedencia, de nada, es el mismo lenguaje, entonces fue maravilloso identificarlo. A veces uno va en la vida dejando pasar cosas por alto, esto significó para mí nuevamente encontrarme con el valor del set, la importancia del set y el amor al set”.
Lo único que Luis cambiaría de su vida sería dejar de hacer tantos corajes y controlar su lengua para detener muchas cosas.“Llegan mis 50 años y lo mejor es que no tenía expectativas, simplemente de lo que me he dado cuenta es que hay que empezar a cambiar un poco los hábitos, yo creo que estoy en ese proceso para recibir este medio siglo”.