Son un grupo diverso; cada una con sus experiencias, estilos de vida, procesos e ideologías; pero las une el respeto, la empatía y la lucha.
Texto: Matty Guzmán
Fotografía: Jesús Cornejo
“Me gusta pensar que las mujeres somos como flores que se hacen camino entre la tierra para salir a luz del sol, para crecer, para nutrir, para enraizar con otras flores que nos ayudan a brillar, raíces que también producen frutos, como el maíz. Y es así como nosotras nos encontramos y nos convertimos en unas “Hijas de maiz”, inspiradas en generar un espacio feminista, seguro, de libre expresión, de contención, de apoyo y amor; un espacio que busca informar sobre la importancia de la garantía de los derechos humanos de las mujeres y de la sororidad como medio para la construcción de la igualdad”, fue la introducción de Katy.
Katy González, es una mujer que ha encontrado en el feminismo inspiración para ser una mejor mujer. madre, profesionista y persona. Creativa, activa y siempre dispuesta a ayudar. Hoy nos presenta este gran proyecto y a las increíbles mujeres que lo conforman, porque “Hijas del maiz” nació de la suma de ideas y de la urgente necesidad de unir esfuerzos en pro de las mujeres.
Son un grupo diverso, así como lo es el movimiento feminista, cada una con sus experiencias, estilos de vida, procesos e ideologías; pero las une el respeto, la empatía y la lucha.
Lis Sánchez es la cantante de esta hermandad, la divertida, movida siempre por la injusticia social, abogada de profesión y joven activista. “El podcast nos ha llevado a crear un espacio donde nos sentimos seguras de pensar, de hablar de lo que vivimos y de lo que no vivimos, de lo que nos alegra, de lo que nos duele y atraviesa”, compartió.
Perla Cabrera es licenciada en periodismo y madre de una niña de 9 años de edad. “Este espacio me ha permitido compartir mi experiencia personal, mi proceso de deconstrucción y aprender de 3 mujeres que admiro”. Además, coinciden en que las motiva pensar que son un puente para que muchas mujeres se identifiquen y reflexionen sobre la situación de desigualdad de género en la que aún nos encontramos y la puedan cambiar.
Jackie Ramírez entró con una gran motivación para cambiar nuestro entorno, “me ilusiona pensar que a través de hacer lo que más me gusta, comunicar, puedo crear una mejor vida para las mujeres que me rodean. El poder inspirar a las personas a que un mejor presente es posible, y saber que, a paso firme, lograremos tumbar el sistema patriarcal”, expresó.
A través de este espacio otorgan información para visibilizar situaciones que por años se han manejado como “normales”: que la violencia es permitida como acto de amor, que nuestra labor esencial es maternar, que las gerencias son imposibles de alcanzar, entre muchas más. “Queremos cambiar las conversaciones cotidianas, mostrar que las mujeres unidas, juntas y fuertes lo podemos todo”, finalizaron.
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