¿Sabías que lo que sueles sentir como algo bueno o malo, como algo correcto o incorrecto, está vinculado a tus valores internos?
Por: Hugo Jaramillo
Fotografía: Cortesía
La expresión: “Haz lo que sientas” tal vez suene bien y nos parezca agradable cuando estamos indecisos para hacer algo. Sin embargo, cuando no conocemos la procedencia real de ese sentimiento, dejarnos llevar por lo que sentimos, puede no ser tan positivo como solemos llegar a pensar.
¿Sabías que lo que sueles sentir como algo bueno o malo, como algo correcto o incorrecto, está vinculado a tus valores internos? Por ejemplo, si para ti el valor de la honestidad es algo muy importante y, sin embargo, en cierta situación te toca ser testigo de un acto de deshonestidad, ¿cómo te sientes? … Muy mal, ¿verdad? Porque aquello de lo que estás siendo testigo va en contra de tus principios. ¿Me explico?
Déjame te pongo otro ejemplo; hay personas que le dan demasiada importancia a la opinión que pueden tener terceras personas sobre situaciones personales como su relación sentimental actual. Pueden llegan a creer, incluso, que la aprobación del entorno social es tan importante, que de dicha opinión dependa que la relación continúe o no. Así, si se cuenta con la aprobación social, entonces se “siente bien” la relación actual; lo que, desafortunadamente, en muchos casos; esto puede llevar a omitir otros factores verdaderamente importantes como el respeto, la honestidad, la fidelidad, etc.
Por lo tanto, en esta ocasión, quiero brindarte un consejo a ti que te encuentras en vísperas de tomar una decisión trascendental en tu vida: Antes de dejarte llevar por lo que sientas, pregúntate si lo que valoras está basado en un principio verdadero; pues un ser humano se vuelve mejor, no en la medida en la que actúa con base en sus sentimientos, sino en su capacidad para hacer lo que es correcto, incluso, sobre sus sentimientos.
Así que anda; perfecciona tu escala de valores; asegúrate que sean correctos y estén alineados con tu proyecto de vida. Sólo entonces, podrás confiar en tu voz interior, dejarte llevar por tu corazón y comenzar a hacer aquello que se siente bien. Y recuerda: “Prefiero el hombre que se conquista a sí mismo, que a un conquistador de ciudades”.(Prov. 16:32)
Que tengas un excelente día.