“El arte es un amante celoso. Hay que estar ahí, vivirlo”

Por: Jania Salcedo
Fotografías: Edén Buffet / Cortesía

Oriunda de El Rosario, Sinaloa y residente en Guadalajara, Conchita Rivera es una artista casi autodidacta quien ha desarrollado su talento artístico a partir de “búsquedas, encuentros [y] autodescubrimiento”. Su primer contacto con las bellas artes fue de pequeña con el quinto arte, la danza, y a sus 12 años tuvo su primer encuentro con las artes plásticas al estudiar en talleres libres donde comenzó a desarrollar su propio sello artístico. Además, fue colaboradora en los talleres de los artistas plásticos Alejandro Colunga y Sergio Garval.

El arte se convirtió en un elemento fundamental de su vida donde explora, descubre y abraza lo que hay en su interior mediante empastes, capas de color, veladuras, lo orgánico y lo matérico a través de pintura al óleo, acuarela, esculturas, textiles y cerámica. Los colores son parte de su sello personal, donde el abstraccionismo y la neo figuración son corrientes que forman parte de su propuesta.

La naturaleza como las flores, los árboles, el cielo, el color de la tierra, la luz en las diferentes estaciones, el mar y su sonido, el canto de los pájaros y mirar la luna son tan sólo algunos elementos que la inspiran, no obstante, la artista deja su piel, deja desvanecerse el entorno y se sumerge en el lienzo creando piezas que evocan una alta carga de emotividad, siendo esta su satisfacción aún más grande cuando alguien más observa una pieza y lo siente en su corazón.

“[…] disfruto perderme en ese tiempo y espacio, sin intersticios entre el lienzo y yo, disfruto mi silencio y soledad a la hora de crear, disfruto el color, mis mezclas y barnices, mis paletas, lo matérico, ese estado tan especial de receptividad; disfruto tener mis manos conectadas a mi corazón manchadas de pintura”, agrega.

“Para mi el arte es un territorio de libertad, en donde puedo ser yo misma, es mi propio reino, un espacio dilatado en el tiempo, es tener una voz desde el lugar que habito, en el que observo, escucho, pienso, respiro, huelo, toco, en donde el pulso, la respiración y el latido de mi corazón se registran y finalmente se comparten”, comenta.

Siendo galardonada con varios premios como el Premio Guadalajara 2005 y el Premio de Adquisición en la X Bienal del Noroeste, la artista cuenta con varias exposiciones individuales y colectivas como Confabulario en el Museo de Hacienda (CDMX), Umbral del silencio en el Museo de Arte de Sinaloa, Presagio de luz en el Museo Raúl Anguiano (GDL), Ganadores del Premio Nacional de Pintura José Atanasio Monroy en el Museo de las Artes de la U de G, Feminalia en la Embajada de México en Washington, EUA,
así como una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán.

Además, fue seleccionada y expuesta en la Bienal Rufino Tamayo (CDMX). Su obra pertenece a diversas colecciones nacionales e internacionales y forma parte de colecciones privadas en Italia, España, Francia y Estados Unidos. Como parte de su
continuo trabajo, actualmente su obra está expuesta en Galería Córsica en Puerto Vallarta y Los Cabos, así como en Galería Irma Valerio ubicada en Zacatecas.



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