Por: Jania Salcedo
Fotografía: Cortesía Alejandra Maass
Buscando reflejar “un arte que construya y no uno que destruya”
Desde la cuna, la artista originaria de la CDMX, Alicia Maass, ha estado rodeada de lienzos, pintura y pinceles, pues nació en una familia de artistas. Su abuela, su madre y sus tías se dedican a la pintura y bastó para inculcarle a Alicia su pasión por el arte. Además de crecer en un ambiente artístico, su capacidad de crear es innata, comenzando a tomar clases con una de sus tías con tan sólo 6 años; “creo que mi conocimiento de la pintura se ha construido, entre otras cosas, de vivir […] momentos tanto con mi abuela y mi mamá, como con mis tías, quienes constantemente intercambian ideas de sus proyectos artísticos”.
Inspirándose en los cuadros de grandes artistas como Van Gogh, John Singer Sargent y su abuela, Martha Orozco, Alicia busca transmitir conceptos positivos e ideas que enriquezcan a las personas y que las hagan crecer humanamente sintiendo paz al observar sus piezas. Con una mente imparable constantemente saturada de nuevos proyectos e ideas, para ella un lienzo en blanco siempre será una nueva oportunidad de superación como artista disfrutando todo el proceso de creación siendo un desafío que la llena de gozo.
Destacando su obra por el uso de contrastes creados a partir de pinceladas bruscas que, por un lado, reflejan movimiento, y por el otro, se contraponen a la estabilidad de otros trazos, Alicia juega con luces y sombras para representar escenarios realistas sin la necesidad de pintar detalles minuciosos. Su trabajo se caracteriza principalmente por dos temas: los paisajes urbanos, ya que le permiten experimentar con todo tipo de pinceladas y herramientas declarando que con este puede “hacer y deshacer las formas sin ninguna limitación” y, por influencia de su abuela, el retrato, considerándolo un desafío, “pues tiene que reflejar la esencia y la expresión del retratado, dos milímetros diferente en la boca y podría ser otra persona”.
Siendo el arte parte fundamental de su vida, llegar a más personas a través del arte y “compartir un cachito del talento que yo recibí” ha sido uno de sus mayores anhelos, además de ver expuesta su obra. Con ello, destaca su primera participación en la exposición Premio Tláloc de la IWS en el Museo de la Acuarela del Estado de México, un evento de suma importancia no sólo para su carrera, sino porque han participado algunas integrantes de su familia, destacando su madre con la obtención de varios premios.
Además, ha sido seleccionada para la exposición II International Watercolor Youth Festival en Plovdiv, Bulgaria siendo su primera participación internacional. Asimismo, formó parte de la exposición itinerante 100 Fridas para Frida donde su retrato de Frida Kahlo viajó a París, Madrid y en México.
Actualmente se encuentra trabajando con encargos particulares, teniendo en mente realizar pronto una exposición individual. No obstante, lienzos y hojas de papel no son suficientes para compartir su trabajo, por lo que constantemente crea contenido digital para sus redes sociales donde comparte su proceso creativo y su camino dentro del mundo artístico.
REDES SOCIALES
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