Por: Paco Castillo (@pacoalebrijez)
Fotografías: Cortesía
El amor es algo físico, químico y sensorial. Un instante en donde el tiempo parece detenerse y la dopamina invade al enamorado, logrando que se pierda en una vorágine emocional que va más allá de la realidad misma.
El proceso amoroso se puede percibir como único y a veces irrepetible. Por ello, las expresiones cinematográficas a través de los tiempos, han buscado plasmarlo en historias, intentando impactar en el espectador.
Haciendo un recorrido por los clásicos de romance, iniciamos en 1896 con William Heise, quien se convirtió en una sensación filmando uno de los besos más dulces en el cortometraje, “The Kiss”; en 1934 llega la historia que definió el género de la comedia romántica como una fórmula infalible para generar suspiros, “It happened one Night” de Frank Capra; y no olvides a “Casablanca” en 1942, que nos dejó la icónica frase “Siempre nos quedará París…”.
El cine también ha tenido historias de amor que transitan por ásperos caminos, como aquella pareja que parece tenerlo todo, en la devastadora historia de Roberto Rossellini “Viaggio in Italia” en 1954. O el amor dividido entre la esposa y la mujer de su vida, en
1965 con “Doctor Zhivago”. En medio de caminos difíciles, está la lacrimógena pero necesaria “Love Story” de 1970, donde amor significa no tener que decir nunca: lo siento.
La vida cambia, pero el amor se mantiene como un motor que motiva a encontrar nuestro propio camino, como ocurre al protagonista de “Say Anything” en 1989, quien declara sus sentimientos con una sola canción, In Your Eyes, cuya letra define la rebeldía y el amar sin ataduras.
Por el cine se han visto amores desafiantes como “Dirty Dancing” en 1987; o amores del más allá, con “Ghost” en 1990, y amores trascendentes “Bridges of Madison County” en 1997. Los amores por despecho nos recuerdan a “In the mood for love” y “Amores perros” del 2000. Los amores prohibidos se describen con “Brokeback Mountain” en 2007; o amores de verano como en 2017 con “Call me by your name”; y por último esos amores obsesivos de “Decision to leave” en 2022.
Todos amores, que al final nos hacen reflexionar y pensar en que todo el mundo merece un amor verdadero, que debería durar como mínimo toda la vida o al menos gran parte de ella. Por eso en el cine el amor es para siempre.