Por: Luis Ángel González Trujillo | Fotografía: Cortesía
Presidente del Consejo de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Guanajuato capital, Armando nos confiesa que gracias a su origen y a su formación dirige con gran acierto el rumbo de una ciudad icónica en el centro del país.
Armando felizmente comparte que duró alrededor de 14 años como voluntario del heroico cuerpo de bomberos; esto lo ayudó en su formación al certificarse como paramédico. Fue así como decidió llevar a Guanajuato el sistema americano de emergencias médicas que dio pasó al SUEG, convirtiéndose en la primera entidad de la República Mexicana en instalar el servicio de ambulancias con técnicos en emergencias. Un gran orgullo dentro de sus primeros años profesionales.
El Turismo marcó la vida de Armando, pues confiesa que desde pequeño a través de los diversos grupos en los que se involucró (entre ellos el de bomberos) lo ayudaron a descubrir su vocación de servicio. “Me gusta brindar mi apoyo en lo que puedo, siempre siendo servicial (…) Además, estoy enamorado de mi ciudad, siempre he intentado ver de qué manera puedo orientar mi talento en beneficio de Guanajuato”, dice.
Desde joven se involucró en el trabajo y, desde hace 30 años, empezó a colaborar en un hotel de tiempo compartido que se llama Villa de la Plata, en donde hizo su formación turística; después, se integró en Hoteles la Abadía. Ellos tienen el mayor número de habitaciones en Guanajuato, son un referente en términos de servicio y comodidad. La cadena ha crecido de forma constante, pues cuentan con diversos formatos de negocio.
“El principal reto cuando me involucré de lleno en el tema turístico e inicié con las relaciones públicas dentro de la Asociación de Hoteles fue el Servicio”.
Armando y todos los miembros de las asociaciones de la ciudad tenían el objetivo de hacer evolucionar a Guanajuato.
“Hace treinta años el tema turístico se hacía de forma empírica, rudimentaria y con poca capacitación. Los booms como Puerto Vallarta y Cancún nos obligaron a generar la formación de lo que ahora tenemos”, comparte.
Gracias a las actividades que Armando ha gestionado y realizado en la última década, Guanajuato es un destino que marca el rumbo en términos de servicio y hospitalidad. El mismo nos dice, “Logramos crear talento hotelero, que actualmente labora en cadenas nacionales e internacionales. Las personas que nos visitan se van contentas y nos recomiendan. Eso es gracias a nuestra pasión por el servicio”.
Actualmente, se vive un proceso de renovación de atractivos turísticos que tiene que ver con la parte histórica de la ciudad. Se fascina a los visitantes con la oportunidad de vivir algo único y especial, como una boda. “El trabajo lo vence todo”, Armando nos confiesa que en esta industria no hay tiempo para hobbies. “Es un trabajo de veinticuatro horas”, nos dice. Además, asegura que la humildad y la entrega por el servicio es la combinación secreta que ha impulsado a Guanajuato más allá de lo que originalmente se pensó.