El artista plástico plasma en sus lienzos ideas y obsesiones, pero la inspiración no la cambia: la ciudad de Nueva York.

Texto: Fabio Mendoza
Fotografía: Alfredo Torres

Desde hace 40 años, Armando vive en Guadalajara y Nueva York es su lugar favorito en el mundo; ya que, cuando tenía 16 años, fue a esa ciudad como estudiante de intercambio. Y gracias a Audrey Raynors, la jefa de la familia que lo recibió y quien era voluntaria en el Metropolitan Museum of Art, visitó exposiciones donde encontró las pinturas del artista Willem de Kooning, cuya obra lo hizo decidirse a entrar en el mundo del arte.

Al regresar de Nueva York se estableció en Guadalajara, pero también tuvo estancias en Francia, habla francés fluidamente y, aunque sus hijos nacieron en suelo tapatío, cuentan con nacionalidad francesa. “Tuve un restaurante francés: Piaf. Pero nomás no se me dio quedarme”, confiesa. A Nueva York la califica como su alma gemela y se encuentra con ella cada vez que puede. “He ido y venido miles de veces; es mi lugar por excelencia. Mis mejores amigos pintores viven ahí y fue donde estudie un Master en Fine Arts en The New York Academy of Arts”, declara.

El prestigioso escritor Fernando del Paso dijo de Meléndez, como parte de la presentación de sus piezas: “Los caos personales de Armando Meléndez son, como los de otros pintores, no los que vuelca en los lienzos, sino los que encuentra en ellos, gracias a una búsqueda que a veces se antoja interminable”. Del Paso y Meléndez se conocieron en París. “Él también pintaba. Extraordinaria persona, bondadosa, culta y generosa. Siempre estaré en deuda con él por su testimonio sobre mi obra”, afirma.

“Sin el inherente desorden personal y emocional, que todo ser humano trae consigo, no existiría el arte; elemento que ordena el caos gracias a su carga gestual y expresiva”.

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La pieza ‘Femme’ lo enganchó a la obra del holandés Willem de Kooning. “En la juventud, que es cuando realmente vives, no sólo existes. Cuando te atreves a soñar, cuando no hay miedos ni límites, caí embelesado con De Kooning y su manera de ordenar el caos en ese maravilloso lienzo. Le agradezco por salvarme de mí mismo, de darle sentido a una parte tan esencial del ser humano. La pintura que hago, buena o mala, me ha salvado, me ha redimido. Es mi proyecto de vida”.

Meléndez es parte del Proyecto Amarte 2019 CRIT Teletón, en el que los niños que son atendidos en el centro hacen una pintura y un artista plástico de trayectoria y prestigio interviene ese dibujo dándole valor agregado. Las obras resultantes son subastadas en favor de la asociación humanitaria, muchas veces con gran éxito monetario.

www.armandomelendez.com.m