Por: Karla Hinojos
Fotografía: Cortesía
La vida para algunos es nacimiento, experiencia, reproducción y muerte. Para otros es lucha y legado; una huella que impacta con tal fuerza que, incluso, alcanza a aquellos que aún no han nacido.
Arturo es un mexicano aferrado, nacido en la capital del país, creyente de que Dios es la luz de su camino y la guía en todas sus decisiones. Desde niño, tenía gusto por generar movimiento en la sociedad. Descubrió que su verdadero interés era servir a la sociedad para vivir en un lugar mejor. Tuvo la visión de ser comunicador y tener un canal para compartir los temas de naturaleza y fauna. Se inspiró en la serie ‘Cazador de Cocodrilos’. Arturo considera que esta pasión e interés por el medio ambiente se encuentran en su ADN.
Una historia se escribiría con las oportunidades que se le abrieron al viajar al mundial de Rusia por Azteca 7, teniendo en varias ocasiones el rating más alto de la televisión abierta mexicana. Creó la serie llamada ‘Indomable X Naturaleza’ con un éxito inaudito, pues sus contenidos sobre animales mexicanos rompían lo tradicional. La serie fue detonante para cumplir un sueño más grande.
“Sueño con un mundo mejor. Sueño con que todos despierten y juntos salvemos el planeta”.
La Internet y sus plataformas se han convertido en herramientas de suma importancia para su trabajo, ya que le permite tener millones de visitas diarias en todos sus videos, algunos han llegado a las 50 ó 60 millones de reproducciones. Con el paso del tiempo realizó filmaciones de cada exploración y, cada día crecían su interés, pasión y preocupación. Considera que la vida le estaba dando una lección.
Su visita al Ártico lo impactó fuertemente, al encontrarse en un invierno seco. Arturo nos narra: “Busqué ballenas azules, encontrándolas flacas, desnutridas. Los biólogos dijeron que sufrían escasez de alimento (…). Comprendí que no podía pretender vivir haciendo documentales de la naturaleza y no hacer algo por ella, cuando observé que las selvas de mi país cambiaban por obtener aceite de palma, los mares se encontraban a su máxima capacidad de basura y las montañas se dividían por la minería”.
Encontró que su razón de vida es luchar por lo que aún nos queda. Los mares están sobre explotados, el aire está contaminado y el agua está llena de todos los desechos inimaginables. Se requiere un cambio sí o sí, el mundo está colapsado. Arturo tiene la convicción de sembrar una semilla de esperanza, darle oxígeno al planeta, generar la conciencia suficiente para que muchos transformen sus hábitos de consumo.
Las personas que han respondido a su llamado tienen ganas de sumar, de cambiar de perspectivas. Percibe que el gobierno tiene intención de ayudar, pero sin una idea clara de cómo, él considera que recibir la asesoría de expertos, viendo el tema como prioritario y de agenda presidencial puede ser un gran inicio.
Arturo Islas es un hombre de esperanza que busca hacer reflexionar a las personas, hacerlos saber que todo depende de nosotros. La naturaleza no es algo ajeno, la naturaleza es tu entorno, tú eres naturaleza, destruirla es destruirte a ti mismo. “La extinción no discrimina y tal vez tus hijos vean el mundo arder”, finaliza.