En la actualidad, la obra artística de Carmen Ávalos permanece en diversas colecciones de distintos países: México, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Inglaterra, Francia, Italia, España, Portugal, Alemania, Austria y Suiza.
Texto: Carolina Cázares
Fotografía: Especial
Curaduría: Francisco Javier Ibarra
La trayectoria artística de Carmen Ávalos comenzaría con las enseñanzas del artista multidisciplinario Rafael Zamarripa en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara. Posteriormente, aprendería técnicas pictóricas con los Maestros Alfonso de Lara Gallardo y Jorge Martínez. Por si fuera poco, Carmen se integraría al Ballet Folklórico, de dicha Universidad, para que la danza y la música le guiaran en su camino trazado por el óleo y la arcilla.
Es por ello, que en su obra hay ‘diversidad de lenguajes místicos, lúdicos y poéticos’. Escultura, gráfica, pintura y joyería destacan por su representación pura de la libertad para crear un nuevo lenguaje que fusione la alquimia, el tiempo infinito y espacios donde sea posible la comunicación del espíritu. Cada escultura, joya o pintura sorprenden al espectador y le muestran la entrada a una galaxia donde los grabados, el óleo y la arcilla invocan laberintos de sueños y pasiones.
“Realizar una escultura monumental en Europa fue colmar y cumplir algunas de mis expectativas en el arte. Fue un arduo trabajo que me dejó una gran satisfacción y orgullo. Sin duda, una de las experiencias más bellas y fuertes de mi vida ha sido realizar la escultura ‘El Mundo Unido por la Danza’”.
Considerada como una de las escultoras y pintoras más destacadas de su generación en México, Carmen Ávalos irrumpe en la concepción del tiempo efímero para plasmar en sus obras la eternidad del presente. Asimismo, su minuciosa técnica, su imaginación y el lenguaje de la pasión reflejan la libertad de espíritu de su creadora.
“Más allá de los materiales, los elementos que utilizo para crear son el gozo y la pasión que siento hacia mi profesión. Sólo el hecho de tocar la humedad y suavidad de la arcilla y sentir que puedo transmutar un simple material en objetos anatómicos u orgánicos me llena de alegría. Mi taller es el espacio donde medito, gozo, sueño y creo”.
Gracias a su constante búsqueda estética, Carmen viviría más de dos décadas en Suiza entregada a la escultura, pintura y danza. Además, iniciaría estudios de Cerámica en los talleres de Anny Hoffer en la ciudad de Vevey. En 2016, fue invitada a participar en el Festival Mundial del Folklore de Reino Unido por Olga Malonay (directora de arte), presentando una parte de su obra gráfica. Durante el verano del 2016, Carmen realizaría la escultura en bronce de gran formato ‘El Mundo Unido por la Danza’ en talleres de Escocia y Gran Bretaña, la cual fue instalada permanentemente en el corazón de la ciudad inglesa de Billingham.