UN ESPACIO QUE HACE HONOR A LA CULTURA Y TRADICIÓN WIXÁRIKA.

Texto: Atelier ARS / Daniela Enciso | Fotografía: César Bejar

El Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera fue seleccionado como finalista para el Erich Mendelsohn Preis, uno de los reconocimientos de arquitectura más importantes en Alemania. La ceremonia se llevará a cabo el 8 de septiembre en Berlín.

En el estado de Jalisco, dentro del municipio de Chapala, está el pueblo mágico de Ajijic, una localidad que alberga un proyecto arquitectónico increíble: el Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera. Este centro cultural fue solicitado por la Secretaría de Cultura de Jalisco como parte el Programa de Cultura Cardinal, que busca descentralizar la cultura y difundirla en diferentes regiones del estado.

El proyecto lo realizaron los arquitectos Alejandro Guerrero y Andrea Soto de ATELIER ARS, firma encarga de CCAR. Para ellos, era muy importante que este centro comunicara parte de la historia cultural del sitio, que alberga algunos de los mitos fundacionales de la antigua cultura wixárika, la cual tiene uno de sus centros ceremoniales más importantes en el lago de Chapala.

A partir de edificios preexistentes, un auditorio y un edificio de oficinas, ATELIER ARS añadió una biblioteca como fachada del conjunto, un edificio de servicios longitudinal con aula de música, sala de baile y anfiteatro al aire libre, así como un espejo de agua central.

“…el punto de partida de su nuestra intervención fue la recuperación de lo preexistente […] El auditorio ya contenía un pórtico con bóvedas de ladrillo tradicionales que reconocimos como el elemento de preexistencia más valioso en términos arquitectónicos. Es por eso que decidimos que el resto de los edificios se construyeran con elementos de barro de la región, utilizando diferentes formatos y sistemas constructivos, para producir un sentido de unidad, y a su vez, como una forma de ayudar a perpetuar el conocimiento artesanal que
aún se encuentra en la región”.

La biblioteca tiene una cubierta de diente de sierra que permite la entrada de luz difusa mediante el uso de bloques de vidrio, mientras que un librero único recorre el espacio desde la planta baja hasta la planta alta para albergar la colección, y los interiores se realizaron con un revestimiento de cemento color terracota para dar una sensación de uniformidad.

Junto al edificio de oficinas y frente al auditorio, se construyó un estanque rodeado por altas jardineras de piedra. En el centro del estanque colocaron una especie de vórtice de agua, como elemento metafórico que recuerda el mito de la creación del lago, donde Marakame, enterrando su bastón, hizo bajar el nivel del agua para dar paso a la formación del lago, produciendo también la formación de un islote en el mismo lugar en que hoy se encuentra el santuario más importante de la cultura wixárika.