La firma mexicana CAVALUNA hace del vino un narrador de historias. Corazón Mestizo, etiqueta insignia de la marca, relata la suma de culturas y sensibilidades que nos definen.
Redacción MAXWELL.
Fotografía: Cortesía.
Cualquier ocasión es perfecta para un vino tinto, pero en esta ocasión, nos complace presentarte uno que seducirá tus veladas. Con crianza en barrica de 24 meses, Corazón Mestizo ofrece sensaciones olfativas de frutos rojos, notas especiadas, acordes de vainilla y acentos de tabaco y torrefactos. Su paso en boca es suave y untuoso, gracias a sus taninos aterciopelados, punto de partida para el andamiaje de una armonía de acidez equilibrada.
El carácter de esta audaz propuesta de la vitivinicultura mexicana, que representa un canto a la pluralidad de las sociedades contemporáneas, ostenta un desarrollo en boca tan suave como untuoso, característica que genera un final grato y prolongado. Las claves de maridaje, por lo tanto, ensanchan las posibilidades degustativas: cordero, pato, wagyu, picaña y atún sellado, así como pastas que van de lo ligero a la contundencia de los cuatro quesos.
Corazón Mestizo es el ensamblaje que interpreta etnológicamente el curso histórico sucedido en América y, de forma particular, en México. Este tinto, poseedor de una tonalidad rubí particularmente intensa y brillante, es el resultado del encuentro de uvas Grenache y Tempranillo, cuyo nombre, diminutivo de “temprano”, refiere el hecho de que madura varias semanas antes que la mayoría de las variedades de uva tinta españolas. Sin duda, es un abrazo a la pluralidad.