Insistimos en pensar que el amor es hijo de la pasión y el deseo, pero el amor verdadero tiene como padres a la voluntad y a la libertad.
Por: Raúl Macías
Fotografía: Cortesía
Un mal día te levantas y esa persona con la que caminas te dice que pensándolo bien, cree que lo mejor es terminar y cada quién su camino ¿Qué haces?: pedirle que no se marche, chantajearla y amenazarla para que no se vaya, devolverle su libertad. Cualquier decisión que tomes te recomiendo que busques un psicoterapeuta para ayudarte en el proceso; pero si elegiste la segunda opción, además consíguete un abogado porque estás cometiendo un delito.
Nadie se embarca en una relación amorosa pensando encontrar el final, menos si el proyecto ha madurado durante años al punto de compartir un techo y una vida. Sin embargo, cuando la realidad te coloca frente a esta dolorosa situación es necesario ser muy valiente para comportarte a la altura. Motivos por los cuales expira una promesa de amor hay muchos, y los hay de todas las formas, que van de los justos a los injustos, de los válidos a los absurdos, de los bien intencionados a los que dejan heridas, desde las mentiras hasta los excesos de verdades; sin importar cuál sea, cuando ya fue lo suficientemente meditado y te han pedido el fin de la relación, estás por cruzar un huracán, pero vas a estar bien.
Al principio las pasiones te llevarán a tirarte al suelo y rogar porque no se vaya; o a enojarte y a decir o hacer algo que no quieres, o seguir cualquier otro camino que vaya en contra de la libertad de la otra persona. La misma libertad por la cual te eligió de entre todos, esa misma libertad hoy se ejerce para decirte que no formas parte de su senda. ¿Duele? Mucho. ¿Hay explicación? No. ¿Alguna respuesta te va a dejar tranquilo? No lo creo.
Lo que no debes perder de vista es que el respeto a la libertad, además de innegociable, es fundamental cuando hablamos del amor. Si tú obligas a alguien a quedarse contigo parece más un “secuestro”, y también es un delito. No digo que a la primera bajes los brazos, un proyecto de pareja supone la lucha diaria para superar los problemas. Digo que cuando se dio la lucha y no fue suficiente, si un mal día llega tu compañera con un adiós en su mano, que tu último gesto de amor sea hacerte a un lado para que despliegue sus alas.
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