Así como las olas del mar vienen y van y se encuentran entre sí, existe una manera de que éstas se unan al fuego. ¿Cómo es esto? Son las posibilidades del arte.
Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Emmanuelle Elías (@emmanuelle_elias)
Empleando la técnica de la encáustica es con lo que la artista plástica Cuca Fernández materializa sus recuerdos y, literalmente, les da forma quemándolos con sopletes, cera de abeja y goma damar. ¿El resultado? Bellas estampas de colores cautivantes que nos dan serenidad.
Originaria de Santiago de Chile y diseñadora gráfica de profesión, Cuca tuvo un acercamiento natural con el arte. De chica dibujaba y pintaba, era asidua participante en los concursos del colegio. Copiaba las caricaturas de los periódicos, especialmente las de ‘Don Memorario’ que se publicaban en el diario chileno El Mercurio.
Asegura que la carrera le dio una visión comunicativa del arte, así como estructura y orden en casi todo lo que hace. “Hasta para firmar un cuadro lo pienso. La firma es un elemento gráfico, no lo coloco así nada más. El diseño me dio una estructura superimportante para después dedicarme al arte”, explica. Las distintas texturas y colores que utiliza en su obra evocan paisajes que conforman su memoria. ¿Por qué el mar? –preguntamos–. “Vengo de un país costero, toda la vida estuve cerca del mar. Me crie en Santiago, que es la capital de Chile. De alguna manera es parte del sonido del recuerdo que tengo”.
Además de la encáustica, Cuca practica el óleo, técnica que considera la madre de la pintura. Le gustan las técnicas clásicas y considera que ninguna de ellas es obsoleta. En su trayectoria se han dado momentos coyunturales de evolución, comenzó con el óleo en formato largo, propicio para el paisaje por el tema del horizonte. Al comenzar a desenvolverse más en lo abstracto e instalada ya en la encáustica, continuó con el formato rectangular, planteándose poco a poco ciertos desafíos como incursionar en el tondo (formato redondo), cuya complejidad es mayor en términos de composición, asegura. Recientemente decidió evolucionar al volumen, creando una serie de piezas cúbicas que considera son una primera parte de la siguiente fase de su trayectoria.
¿Además del mar y de tus recuerdos, qué otras cosas te inspiran? “Trabajo mucho con bocetos y cuerpos. A veces, según cosas que me van pasando, hago algunas obras que son clave y que son como un desahogo. No sé si son estéticamente buenas, pero son muy especiales para mí”. A Cuca le gusta pintar en un ambiente donde haya música, canta y escucha rock clásico. Considera que su carrera se encuentra en el momento para experimentar, mejorar y cosechar, tras diez años de estudio y producción de arte.
Cuca Fernández participa en la exposición colectiva Art Sale Abstract que se lleva a cabo en el Centro Cultural México Plaza, con permanencia hasta diciembre 2020.
“Con esta exhibición es muy bonito terminar este año, que ha sido tan especial y diferente, con miras al próximo en el que vienen proyectos más grandes y distintos”.
Cuca Fernández
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