Quizás, así como yo, pensaste que amar sin estrés es improbable. Seguramente al inicio de tu relación vivías en un cuento de hadas y el amor de tu vida parecía la clave de la felicidad; después, te diste cuenta de que el estrés empezó.
Texto: Ana Sweet Fotografía: Cortesía
Pero ¿qué es lo que te causa estrés? Las expectativas que tienes en el tema del amor, el hecho de esperar ser amado y ver que tu persona especial no cambia por ti puede ser frustrante. No estoy diciendo que no debemos tener expectativas, pero es importante que sepas que ellas son la causa del estrés.
Es más fácil cambiar tus expectativas que cambiar a la persona que amas. De hecho, la meta del amor no es cambiar al ser amado, sino cuidarlo, protegerlo, ayudarlo, animarlo. Una vez que estás dispuesto a comprometerte en el tema del amor, debes hacerte esta pregunta: ¿puedo amar aunque nunca cambie?, si la respuesta no es un “sí”, quizá debes revisar tus expectativas.
Amar a alguien sin estrés sólo es posible cuando ese amor mejora la vida. Si uno es feliz porque siempre se sale con la suya, mientras el otro sufre, adapta sus metas, su personalidad y su propósito en la vida, entonces ese amor no estresa nada más, también mata. El amor debe mejorar la vida de ambos.
El amor no estresa ¡no huyas de sus lazos! Quizá la siguiente conversación que tengas con tu pareja no deba ser sobre el amor, sino sobre las expectativas; esa línea delgada que se traduce en la siguiente frase: “Del amor al odio hay un sólo paso”. Si las expectativas no se resuelven en un acuerdo mutuo, entonces debes huir.