Es autor de los exitosos libros ‘México Negro’ y ‘Arrebatos Carnales’.
Entrevista: Lucero García
Texto: Marisela Angel Ruiz
Fotografía: Cortesía
“La literatura es una gran oportunidad para protestar y explicar”, afirma Francisco Martín Moreno, autor de 30 libros. Entrevistado en la presentación de la obra ‘Ladrón de Esperanzas’, hace una dura crítica de las acciones y omisiones cometidas por este nuevo gobierno. “Busco transmitir que no es posible que un jefe de estado robe la esperanza de la gente que votó por él, que además rompa las promesas hechas en campaña y traicione a la gente que le dio su confianza. Debemos tener en cuenta lo qué puede pasar cuando a un país le roban la esperanza. Es muy delicado”, asegura.
Con 70 años, Francisco es originario de la Ciudad de México, realizó sus estudios en el Colegio Alemán, después estudió leyes y se especializó en impuestos. Su gusto por escribir viene desde su infancia, cuando inventaba historias para su mamá que se sorprendía con sus ocurrencias –tenía entre 8 y 9 años.
Inició con la escritura cuando trabajaba en la Secretaría de Hacienda y, revisando el financiamiento del presupuesto, decidió estudiar algunos pasajes de la Revolución Mexicana, pues se preguntaba ¿cómo se financió la Revolución? De esa investigación surge su primer trabajo: ‘México Negro’ (1986).
“Sé valiente y verás que la valentía te reportará muchas satisfacciones”.
Cada libro ha dejado en su vida una experiencia distinta. No tiene uno favorito, aunque ‘México Negro’ le confirmó que podía ser escritor, el autor afirma que gustó mucho y se vende muy bien hasta la fecha. Salió hace 33 años y lo considera su mayor logro, junto a las obras que siguieron: ‘México Secreto’, ‘México ante Dios’, ‘México Mutilado’, ‘México Acribillado’. “Todos han salido bien y me han dado muchas alegrías”, agrega.
Francisco desea crear una trilogía de ‘Ladrón de Esperanzas’; el segundo libro se llamará ‘La felicidad de la inconciencia’, donde continuará con el análisis de la situación que se vive en el país y las acciones que el gobierno lleva a cabo. “No creo en las culpas absolutas. Hay un momento donde termina la culpa del gobierno y empieza la culpa de la sociedad; quiero ver en dónde termina la de uno y comienza la del otro”, afirma.
Admira a Winston Churchill porque considera que es uno de los más grandes políticos; a Miguel Ángel, como creador del David y el Moisés; a Picasso, como pintor; a Beethoven, como músico; a Tolstoi y Cervantes, como escritores. “Tengo motivos de admiración para muchos hombres y mujeres”, sostiene.
En su tiempo libre admira la pintura y la escultura, además le gusta correr en el bosque temprano −más si llovió un día antes−. “Me encanta el olor a lluvia; corro, sudo, me fatigo y lleno mi cabeza de fantasías y después escucho música que me acompaña mientras estudio, no cuando escribo”, comenta. Su filosofía de vida dice que no se puede ser feliz sin ser valiente. “Los cobardes no pueden ser felices. Hay que ser audaz. Hay que hacer todo aquello en lo que creemos y sentimos”, finaliza.