Texto: José Miguel Pazzi | Fotografía: 8th Street Studios
A través del porte en el diseño y el carácter sugerente de este recinto artístico, cómo no imaginar el poder habitar nuestros espacios bajo una idea de elementos mínimos que den paso a célebres remates visuales.
Por definición, una galería debe ser sutil en su enfoque y cómplice en su papel privilegiado de hábitat de obras que cobran gran parte de la atención de sus visitantes, pues el espacio –se dice– es secundario al arte que se muestra en ella.
Leila Heller es la galería de arte privada más grande del Medio Oriente. Allí se exhibe a los principales artistas locales y a exponentes internacionales que presentan su trabajo por primera vez en la región. Ubicada en uno de los centros de arte más distinguidos de Dubái, en la Av. Alserkal, la galería consta básicamente de dos almacenes combinados entre sí que se tornan en un espacio funcional a toda luz.
Con base en esta idea de aprovechar amplitudes, alturas y extensiones, perfectamente podríamos visionar nuestra morada como un contexto propicio para la conjunción de elementos que bien podrían ser desde un mobiliario selecto, tanto en su uso como en diseño, hasta una colección de objetos de arte no importando qué género desprendan de sí esos diálogos impronunciables, con los cuales nos sentimos en la mejor intimidad posible para hacer con ella lo que deseemos, sea apreciar, crear o sencillamente conectar.