Originaria de Lagos de Moreno, es esa quizás la razón principal por la que cualquier guiso de la chef tiene un sabor propio del campo. A su ciudad de origen, la chef le debe también su amabilidad y ágil sentido del humor.
Por: Mario Preciado (@mariopreciado_)
Fotografía: Diego Torres (@torres8168)
Llegó a trabajar a Hacienda Sepúlveda Hotel & Spa cuando no cumplía aún los 18; han pasado 14 años de vida en los que ha dejado en este sitio su pasión, su alma y desde luego su sazón. Si Gloria fuera un ingrediente, ese sería el orégano, el cual le gusta porque da cierto toque a los platillos y los puede cambiar por completo.
“Desde un principio, a mí me gustaba cocinar en mi casa. Yo era la que hacía el desayuno y todo. Después, tuve la oportunidad de venirme a trabajar aquí y me encantó; empecé de lava loza, me pasaron a ayudante de cocina y luego de cocinera. Ya después como encargada de cocina”.
La cocina de Hacienda Sepúlveda es tradicional, con platillos únicos, como las Albóndigas fritas en salsa de pulque, tomillo, orégano y cilantro, las cuales se han servido allí por más de 30 años; o el Mole de arroz, o la Empanada de la Abuela, ésta última rellena de jamaica con reducción de vino tinto, queso asadero y salsa de frijol.
En el plato:
La chef presenta el filete de res en salsa de tres chiles (verde, cuaresmeño y serrano); va acompañado de un esquite con epazote.