Conoce la historia del bartender leonés que está cargo del bar Fifty Mils del Four Seasons Hotel Mexico City.
Redacción: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_).
Fotografía: Diego Torres (IG: @torres8168).
Apenas transcurren unos segundos en lo que Joshua responde que la mixología es su razón de vivir, esto cuando le preguntamos qué le ha brindado a su vida el dedicarse a dicha profesión. Así, certero y puntual, responde el originario de León. Atisbamos que es elocuente y de actitud desenfadada.
Hace 16 años que comenzó su camino en el sector de la hospitalidad. Hizo sus pininos en un restaurante familiar y trabajó en bares como Cantina del Bravo y Monaghan, en León. En Cancún, fue testigo del momento en el que la mixología despuntó profesionalmente, tuvo maestros como Ricardo Orozco y Bruno Lardelli, y concursó en el prestigioso World Class donde obtuvo el segundo lugar, lo cual le ayudó a ser catapultado en el medio. Hoy por hoy se desenvuelve en el bar Fifty Mils del Four Seasons Hotel Mexico City.
Para Joshua, su misión en Fifty Mils no es sólo preparar cócteles como una mezcla de sabores, sino como una cuestión química y física; es entender cómo los ingredientes reaccionan en función de la temperatura del vaso, por ejemplo, y reconocer que detrás de una bebida preparada hay una historia. “Tratamos de conceptualizarlo (el cóctel) y hacerlo de una forma diferente”, asegura.
“Un cóctel es una experiencia, es interactivo. Que cuando llegues a tu casa, no solamente digas que estuvo rico, sino que haya una historia que puedas compartir con tu pareja, con tus amigos o con tu familia”, añade. Joshua siempre busca proponer, por eso no deberá parecerte extraño que cuando degustes un drink hecho por él sea distinto a todo lo que has probado antes.
Desde presentar cócteles en plato (y que por lo tanto debas beberlos a cucharadas) o algunos a temperatura ambiente o incluso montados en esferas de hielo que precises romper para poderlos disfrutar, todas esas son posibilidades y experiencias que a Joshua le gusta concebir. Por lo tanto, si hemos de nombrar su estilo, éste se ubica en lo experimental o como él lo dice, “coctelería de fantasía o de historias”.
En dicho quehacer, un factor importante es lo visual, considera Joshua, puesto que es una primera oportunidad para romper el esquema de quien degustará los cócteles. Una vez que ha causado expectación, lo demás es satisfacer con los sabores y, después, viene el momento de la culminación, en donde el comensal se dará cuenta que todo lo que vio previamente y aquello que le explicaron de la bebida es condescendiente con los sabores.
Para Joshua, a quien entrevistamos en el marco de los festejos del primer aniversario del restaurante Tres Ángeles –donde participó como bartender invitado–, hacer las cosas con el corazón es fundamental para marcar una diferencia, y desde luego, el nunca dejar de perseguir sus sueños. “En la concepción de las cosas siempre existe una meta y a veces la soñamos y creemos que no puede ser posible; todo lo que se puede imaginar se puede crear. Es perseguir tus sueños e irlos construyendo”, finaliza.