Llegado desde el País Vasco, Juan Zufiaur crea y se divierte con sus pinturas y esculturas.
Texto y fotografía: Fabio Mendoza
Tal vez una palabra pueda definir bien la obra y el carácter de Juan Manuel Zufiaur: diversión. El creador tiene un carácter alegre que brota a cada momento en la sesión de fotos de este artículo, en medio de obras ya terminadas, esculturas y proyectos apenas esbozados. Este tapatío llegado de Vitoria (País Vasco) cayó en el influjo de México en sus visitas como estudiante de arte y, todo detonó, con una exposición sobre el quinto centenario de la llegada de Colón a América, es conocido que Zufiaur admira a los grandes muralistas mexicanos.
“Desde la primera vez que llegué a esta tierra quedé prendado de su luz y sus colores de su artesanía y del realismo mágico mexicano. Más adelante fui invitado a hacer un trabajo de investigación sobre José Clemente Orozco en el Hospicio Cabañas. Esto me hizo enamorarme de México y su maravillosa cultura”, aseguró.
Guadalajara, como su lugar de residencia, se explica por el movimiento de arte que existe en nuestra capital, además de otros eventos que le atraen. “Es una ciudad amable en la que puedo desarrollar mi instinto de creación artística y, al mismo tiempo, de disfrutar de numerosos eventos, exposiciones y subastas en compañía de amigos y colegas”. Al preguntarle qué momento vive como creador, respondió: “Bueno, siento una completa libertad para hacer lo que quiero”.
Zufiaur dice que no siente un apego particular por alguna de sus obras, pero sí hay una que le causa especial satisfacción. “Todas me llenan de orgullo y satisfacción porque son mis hijas pero, tal vez, el frontis del restaurante Prime 1519 sea mi niña bonita”. La fachada de ese restaurante −ya cerrado− aún luce un arreglo de mosaicos con un toro rojo de inconfundible estilo zufiauriano.
Juan Manuel ha establecido una colaboración con una marca de tequila Premium, con una colección de seis diseños. “Ha sido una experiencia muy gratificante trabajar con Ricardo Basulto y su Círculo Tequila. Me satisface comulgar con una de las bebidas espirituosas más saludables y sabrosas del universo”, comentó.
El artistita nos comparte un poco de Vitoria −capital del País Vasco−, la industriosa región autónoma del norte de España. “Es la tierra que me vio nacer y crecer, y a la cual siempre regreso en busca de su amor: el principal condimento dentro de la creación artística y del maravilloso mundo de los sentimientos”. Finalmente, a la pregunta sobre si hay algún motivo −aparte de los toros− que le guste representar, respondió divertido: “Vacas”.