LA PRIMERA CHEF MEXICANA EN RECIBIR UNA ESTRELLA MICHELIN.
Por: Daniela Enciso Cámara
Fotografía: Cortesía
“…me apasiona todo lo que sucede alrededor de una mesa: el intercambio de comida, pero también de culturas, identidades y recuerdos”.
Karime López es una chef mexicana originaria de la Ciudad de México. Vivió una parte de su infancia en Coyoacán y otra parte en Querétaro. Desde muy pequeña comenzó a convivir de manera muy cercana con la gastronomía tradicional mexicana, rodeándose de sabores y olores que con el paso del tiempo la llevarían a una de sus más grandes pasiones: el arte de la cocina.
“Mi familia tiene algunos restaurantes en México, así que básicamente crecí en una cocina. Algunos de mis mejores recuerdos los he hecho ahí, viendo cocinar a mis familiares o sentados todos juntos alrededor de una mesa”.
A pesar de haber estado en constante contacto con la cocina mexicana, al terminar la preparatoria Karime se mudó a París con la intención de estudiar algo relacionado al mundo del arte.
“Mi principal interés en realidad era el arte, especialmente la escultura, pero allí me enamoré de la cocina. Estudié en una escuela de hostelería en Sevilla durante tres años y luego tuve la oportunidad de trabajar en algunos de los mejores restaurantes del mundo”.
Su trayectoria profesional incluye increíbles lugares y grandes figuras de la gastronomía como: Can Fabes de Santi Santamaría y Mugaritz en España, Pujol en Ciudad de México con Enrique Olvera, RyuGin con Seiji Yamamoto en Tokio, y Central con Virgilio Martínez en Lima, donde trabajó como sous chef.
Estas vueltas alrededor del mundo le permitieron conocer nuevos sabores, ampliando su gusto y experimentando una mezcla de culturas que dejó experiencias únicas en su paladar; además de obtener un aprendizaje enorme al trabajar en cocinas tan distintas a la mexicana. Hoy está al frente del restaurante Gucci Osteria en Italia, propiedad del chef Massimo Bottura.
El inicio de esta aventura llega porque su esposo, Takahiko Kondo, trabajaba como segundo chef de Massimo Bottura en Osteria Francescana.
“Después de hacer una relación a distancia entre Módena y Lima durante un año me mudé a Italia. Trabajé para el libro de Massimo Bottura Bread is Gold. Después de eso quise volver a trabajar en la cocina de un restaurante y Bottura me ofreció embarcarme en
la aventura de Gucci Osteria. El restaurante abrió en Florencia a principios de 2018”.
Desde su llegada al restaurante ha logrado fusionar todo lo aprendido de otras cocinas (incluyendo la mexicana) con la comida italiana. La combinación de todo esto la convirtió en la primera mujer mexicana en recibir una estrella Michelin en noviembre durante la presentación de la Guía Michelin de Italia 2020.
“Estoy muy orgullosa de mi herencia mexicana y creo que realmente puedes sentir la identidad mexicana en mi cocina: los colores, los sabores, la inspiración detrás de las recetas, pero mi esposo es japonés, trabajamos en Italia y nuestro equipo es internacional.
Realmente creemos en el poder del multiculturalismo. Lo primero que noto es el talento de una persona y lo último su etnia”.
Su amor por la gastronomía va más allá de lo que pasa dentro de una cocina, para ella la experiencia completa también incluye la convivencia en la mesa, al momento de sentarse a degustar los platillos, “…me apasiona todo lo que sucede alrededor de una mesa: el intercambio de comida, pero también de culturas, identidades y recuerdos”.
Como mexicana y como mujer es todo un orgullo, pues el entorno dentro de una cocina suele ser bastante desafiante y presenta un reto para cualquiera que busque volverse un experto en esta área. “Ser mujer para mí siempre se ha sentido como una razón para dar el 100% y trabajar lo más duro posible para superar cualquier desafío”.
Actualmente Karime se concentra en el presente y solo el presente. “Estoy trabajando para un proyecto que me gusta, en una ciudad que amo, con mi familia. Estamos muy contentos donde estamos y queremos seguir construyendo aquí”.