Guanajuato vibró con la unión de Oaxaca y Brasil en una edición inolvidable

Por: Gerardo Fabre “El Biut” (@elbiut)

El 52° Festival Internacional Cervantino confirmó una vez más por qué es considerado la “Fiesta del Espíritu”. Entre el 11 y el 27 de octubre de 2024, Guanajuato capital se transformó en un escenario vivo donde la tradición mexicana y el arte internacional convivieron en perfecta armonía. Con el estado de Oaxaca y el país de Brasil como invitados de honor, esta edición ofreció un mosaico cultural que cautivó a miles de visitantes, consolidando al Cervantino como uno de los festivales de arte más importantes del mundo.

Oaxaca maravilló con la fuerza de su identidad al traer hasta las calles del centro histórico la emblemática Guelaguetza, que convirtió plazas y callejones en una explosión de color, música y danza. Una réplica del Cerro del Fortín se levantó en la Alhóndiga de Granaditas para enmarcar un espectáculo que, más allá de la tradición, fue un acto de orgullo y hermandad. Brasil, por su parte, ofreció una programación vibrante en el marco del “Año Dual Brasil-México 2023-2024”. Artistas como Pietá, Simone Mazzer y Céu, quien tuvo el honor de clausurar el festival, conquistaron al público con su mezcla de ritmos contemporáneos y raíces afrobrasileñas, confirmando el poder de la música para cruzar fronteras.

El Cervantino no se limitó a la solemnidad de los teatros: sus calles se volvieron un escenario abierto donde las expresiones urbanas y populares se encontraron con la alta cultura. Así, el público pudo deleitarse con el rock festivo de Los Auténticos Decadentes en la Alhóndiga de Granaditas, que se convirtió en una pista de baile colectiva. Para los amantes de la excelencia escénica, compañías como Les Ballets de Monte Carlo, la coreógrafa Deborah Colker y el Vocalconsort Berlín ofrecieron funciones que demostraron la universalidad del arte. En total, se reunieron 117 agrupaciones —70 nacionales y 47 internacionales de 24 países— que presentaron más de 113 espectáculos en 17 días de celebración.

El cierre fue tan innovador como simbólico. Tras el concierto final, un espectáculo de drones iluminó por primera vez el cielo de Guanajuato capital, reemplazando los tradicionales fuegos artificiales por una propuesta sostenible y tecnológica que sorprendió a todos los presentes. Imágenes coreografiadas en el aire recordaron que el Cervantino no solo honra las tradiciones, sino que también mira hacia el futuro.

Más allá del arte, el impacto fue contundente: se estima que más de 128,000 visitantes llegaron a la ciudad, generando una derrama económica cercana a los 250 millones de pesos y una ocupación hotelera del 47 %. Cifras que no solo hablan de turismo, sino de la capacidad del festival para dinamizar a todo un estado a través de la cultura.

Ahora, la expectativa se dirige hacia la edición 53, que se celebrará del 10 al 26 de octubre de 2025. Veracruz será el estado invitado de honor, mientras que el Reino Unido ocupará el lugar de país invitado. Se anticipa un encuentro entre el folclor jarocho y la fuerza creativa británica, con más de 140 funciones y la participación de más de 3,400 artistas de 31 países. Con una proyección de más de 227,000 asistentes y una derrama económica superior a los 308 millones de pesos, esta edición promete ser una de las más ambiciosas en la historia del festival.

El Cervantino es, al mismo tiempo, herencia y vanguardia, una celebración que honra la tradición cultural de México mientras se abre al mundo con propuestas de calidad internacional. Con cada edición, Guanajuato reafirma su lugar como epicentro de la cultura universal, recordándonos que el arte, en todas sus formas, es la más poderosa expresión del espíritu humano.