“La actuación es toda una aventura, o sea una cosa que se vive en el interior, es una manera de vivir, es una cosa que te deja muchas enseñanzas dentro de ti, el experimentarte en diferentes personajes, situaciones, maneras de vivir, y eso y contar historias me encanta”
Por:Laura Durán (IG @launiceduran)
Fotografías: Alberto Hidalgo
Recién cumplió los 44 años, feliz y súper agradecida con la vida y con los que la rodean. Es una mujer que a veces es actriz, pero sobre todas las cosas es mamá y esposa, trata de ser feliz todo el tiempo, quiere estar rodeada de su familia, de sus amigos y quiere hacer lo que le gusta. Trabaja para hacer las cosas que siente que le van a dejar satisfacciones, no solo a ella, sino para llenar esa necesidad que
tiene de contar historias, de ser alguien increíble para sus hijos, para su familia, para la gente que quiere.
Empezó en la actuación como una casualidad, desde niña jugaba con el espejo a hacer personajes y a llorar. Su hermana Dominika la invitó a un casting de una obra teatral de su escuela y a partir de ahí su vida cambió. Un proyecto la llevó al otro y entonces descubrió lo que quería hacer el resto de su vida.
Se fue un tiempo de México, pues no le gustaba ser el centro de atención de la escuela, quería una vida normal, y además quería estudiar inglés y prepararse. Al regresar la vida la convirtió en madre y su vida volvió a dar un giro de aprendizajes y de experiencias que no cambia por nada.
Al quedarse en nuestro país, comenzó una carrera en Televisa en diferentes proyectos, donde realizó personajes de todo un poco. Para luego salir a probar suerte en proyectos diferentes como el cine, el teatro y hoy las series en plataformas de streaming.
“Si me dieras escoger de todas las plataforma en las que se puede actuar, una en la que me sienta más libre, más feliz y donde estoy haciendo lo que más me gusta hacer, yo creo que sería el teatro. Porque es una plataforma donde yo siento que se puede explorar más a los personajes y donde se puede desarrollar más la historia y donde al final estás más en control de lo que uno sabe hacer” nos comentó.
Trabajar en Estados Unidos le fue complicado, porque como mexicana que no parece mexicana y que hablaba un inglés no como americana, los papeles que le daban no eran lo que ella buscaba, por lo que tuvo que sopesar su carrera. “En México construí una carrera muy importante y muy satisfactoria para mí, que me ha dejado muchas cosas buenas, que he construido a lo largo de mucho, y yo creo que los personajes que tengo la oportunidad de hacer el día de hoy aquí, no los cambiaría por esos personajillos que tendría yo chance de hacer en Estados Unidos. Como dice el dicho: Quieres ser cola de león o cabeza de ratón, es decir ser el primero en una comunidad pequeña o ser el último en una mayor”.
Los personajes que más le gustan, son los que menos tienen que ver con ella, los que más se le dificultan, es decir, aquellos en los que tiene que imaginarse cómo sería la vida de esa mujer que no conoce. “Al final los personajes que se parecen a ti son fáciles y los puedes reproducir sin problemas, pero aquellos que son tan diferentes a ti y que tienes que buscarle, investigar cómo hacerlos son los que me
gustan, me gustan los retos. Aquellos en los que tengo que hacer algo que nunca he hecho, en donde me tengo que arriesgar, en lo que no sé si sí me van a creer, los que me crean inseguridad, los que me sacan de mi comodidad” nos aclara.
El mayor tesoro de su vida son sus 3 hijos, como ella les llama sus maestros de vida, los que le han enseñado a sentir las cosas más profundas que ha podido sentir, que es el amor, la gratitud, la compasión y la paciencia.
Se metió a la producción ya que tenía ganas de contar historias que le interesan a ella y no sólo a las que la invitan, o a las que le dicen te quedaste en este casting. “Siempre he pensado que el arte y la ficción es un medio para cambiarle la vida a muchas personas, yo siempre que voy a una exposición de pintura, escultura, a una obra de teatro, al cine o a un espectáculo de danza, salgo de manera diferente,
algo me toca y algo me mueve, siempre es de manera positiva, siempre algo en mí se mueve y se desarrolla para bien, para adelante. Creo que el arte para eso sirve, para cambiarnos, para cambiar nuestra perspectiva, la manera de ver las cosas, para sentir, para sacudirnos, para plantearnos las cosas, y cuestionarnos, ese es el objetivo del arte y a mi me gusta contar historias, dárselas a la gente y plantearles
diferentes maneras de pensar. Si en un escenario tú eres capaz de cambiarle la vida a una de las 100, 200, 300 personas que te fueron a ver, ya estás aportando algo y con el arte puedes hacer eso con muchas personas”.
Ludwika está por estrenar la última temporada de Madre solo hay dos, que protagoniza de la mano de Paulina Goto, creada por Carolina Rivera y Fernando Sariñana.
“Esta tercera temporada es más concluyente, creo que cierra todas esas aristas que se habían quedado como muy puntiagudas al inicio, cierra muy bien las historias que se habían quedado ahí inconclusas y siento que toca de una manera muy inclusiva, lo cual me parece muy importante y muy respetuosamente, los diferentes puntos de vista y las diferentes maneras en las que se puede formar una familia,
formar las relaciones; siento que es una serie que desde el inicio, desde la primer temporada sembró una semillita que a lo largo de 3 temporadas fue sembrando el respeto, la inclusión, la posibilidad de una familia diferente, la posibilidad de un amor diferente, no sé si diferente pero inusual”.
“Estoy muy contenta de que ya prontísimo se estrena la 3 temporada y última de Madres solo hay dos. Así es que invito a toda la gente a que la vea, que ojalá les guste y que me escriban y que nos escriban a Pau y a mí, estamos muy emocionadas de haber terminado este proyecto, que para las dos sin dudas fue súper importante y una gran experiencia”, concluye.
Después de un gran año de trabajo y diferentes proyectos Ludwika anhela pasar unas merecidas vacaciones rodeada de su familia y las personas ama.