Texto: Jania Salcedo
Fotografía: Montserrat Tejeda

“Considero que vivir en medio de una urbe y poder dedicarse al arte y la poesía es el lujo máximo al que puede aspirar un ser humano, una gran responsabilidad también”.

Desde temprana edad, la curiosidad ha sido un impulso en su vida que lo ha encaminado en distintas ramas del arte. Cuando era niño, le encantaba desarmar cosas y reconstruirlas con una nueva visión, un acto que anticipaba su interés por la creación. Más adelante, la música se convirtió en su aliado abriéndole el panorama hacia las distintas posibi-lidades que había en la práctica del arte.

Con el fin de seguir ese camino profesionalmente, se forma como arquitecto en el ITESO, encontrando en este un balance entre lo práctico y lo teórico del arte. Durante sus estudios, estuvo en contacto con compañeros artistas, especialmente los pintores Oscar Basulto y Mauricio Cárdenas, quienes lo inspiraron para dedicarse a la pintura. Y es hasta el 2005 que decide dedicarse por completo a las artes plásticas. “[…] Fue mucho sacrificio ya que yo ya tenía dos hijas, y en un principio no tenía yo una red de venta de obra, pero con el tiempo empecé a tener reconocimiento y abrirme camino entre los coleccio-nistas locales”.



“Para mí, la creación artística es totalmente instintiva; tú decides si sigues ese instinto o lo niegas. Crear arte es un acto poético y sublime en el que la técnica adecuada te per-mite ir creando objetos con valor en tu entorno”. Manuel busca reflejar a partir de la pintura, escultura, gráfica y fotografía sus sentimientos, estados de ánimo o pensa- mientos filosóficos que surgen al momento de crear con total libertad. “Me gusta imagi-nar que las personas que se enfrentan a una pieza mía puedan entrar en el mismo estado de ánimo que me llevó a crearla, y así es como se está llevando esta comunicación emocional”.

Influenciado por el expresionismo abstracto, el minimalismo y el brutalismo, así como pintores de la posguerra como Baselitz, Newman, Pollock y Kooning, pintores de la cultura pop como Warhol y Basquiat y, de igual manera, los grandes maestros mexicanos Siqueiros y Orozco, sus piezas se caracterizan por el uso de colores fuertes y formas abstractas y brutales que conforman escenarios caóticos pero, a su vez, ordena
dos. Realmente su esencia será captada totalmente al ver sus obras en una exhibición, ya que cada serie cuenta una historia con gran viveza y expresión en sus trazos.

Originario de Mérida, aunque creció en Guadalajara, su talento ha sido expuesto en más de 15 exposiciones individuales, así como en cerca de 40 colectivas a nivel nacional e internacional, declarando el Museo Cabañas en Guadalajara, México y el Centro Cultural Stadthaus en Alemania los espacios más significativos en los que ha exhibido su trabajo.

Además de continuar trabajando como artista plástico (actualmente está desarrollando una nueva serie para una exhibición individual de pintura y gráfica), extiende su conocimiento dirigiendo un taller de grabado en Industria Gráfica, en donde trabajan con artistas locales y foráneos para producir gráfica contemporánea y, posteriormente, generar exhibiciones. Por otro lado, gestiona actividades dentro de la asociación Rutas
Plásticas A.C., las cuales se promueven en distintos municipios de Jalisco donde no llega el arte contemporáneo.


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